Pov Becky
Llego rápidamente al hospital. Tengo los nervios a flor de piel con la noticia. Su mano. Si es la Derecha se puede recuperar en corto tiempo pero si es la Izquierda, Dios apiádate de mí.
Entro a la sala de urgencia y una punzada de pena me entra en el pecho. Hay muchos niños en espera de atención y me dan las ganas de ayudar pero no puedo. Tengo a una niña grande en algunos de los box que me necesita más. Austin me está esperando en el mesón de admisión y sin decir ninguna palabra me lleva a donde se encuentra Freen.
-no seas muy dura con ella. No lo está pasando bien- dice en voz baja. Lo sé. ¡Está perdiendo su mano!
-lo sé. Tranquila- tomo aire y abro la puerta. No se ha dado cuenta de mi presencia. Tiene la mano derecha vendada y está mirando a la nada. Hay una silla justo a su lado y camino para sentarme en ella.
No sé cómo hablar del tema. No que preguntarle porque conociéndola, como lo hago, sé que cualquier cosa que le pregunte me responderá de la peor manera. Solamente lo miro y al ver como su entrecejo se frunce, sé que no le gusta.
-puedes dejar de mirarme. No tengo monos pintados en la cara- dice sin mirarme aun. Ahora la que frunce el ceño soy yo.
-es cierto que no tienes monos en la cara pero te comportas como uno de ellos- me mira con el ceño y fulminándome con la mirada.
-¿Puede explicar eso?-
-solo quiero que me respondas a algunas preguntas y luego te explico lo que quise decirte- digo cruzando las brazos delante de mis pechos. Están duros y pesados porque no pude extraerme leche. Lucio y Aroon pasaran hambre esta noche. Tengo que pensar en algo.
-hazlas y luego lárgate. Quiero estar sola- juro que estoy conteniendo las ganas de mandarla a la mierda pero sé que no es el momento.
-¿Perdiste la mano?- el frunce el ceño.
-no, solo la hirieron- dice.
-¿Perdiste la sensibilidad? ¿Aún sientes dolor?-
-aun la siente y me duele. Austin no quería colocarme algún medicamento para saber cómo está el umbral de mi dolor y me duele mucho- dice enojada.
-¿Puedes cerrar la mano y hacer presión?-
-puedo cerrar la mano pero no puedo apretar bien. No tengo fuerzas. He perdido mi mano, ya no seré doctora más- dice con la voz rota.
-¡Eres una idiota con mayúscula, Freen!- digo parándome de la silla.
-¿Un idiota? ¿Eso es lo único que me piensas decir? estoy en este maldito hospital, no como la mejor doctora, sino como un insignificante paciente. Este no es lo que yo quería. Mi sueño era ser la doctora más importante del mundo no un ser sin importancia- dice enojada.
-¿es así como ves a los pacientes? ¿Cómo seres insignificantes?- la miro asombrada.
-si- me gruñe.
-pues mira que la vida es un chiste. Esos seres insignificantes son los que hacen que seas la mejor doctora. Ellos confían en ti, dejan en tus manos la solución de su enfermedad. No te buscan porque seas un Dios. Esa no debe ser la mentalidad de una doctora. Que no se te olvide nunca Freen, no somos dioses, solo somos humanos que entendemos mejor la anatomía. Nada más- digo mientras camino por la habitación.
-eso lo sé pero soy Freen Sarocha Chankimha, la mejor neurocirujana de Bangkok e incluso del país- dice con arrogancia.
-eres una simple mujer que en este momento, es un paciente. A lo mejor, esto es una lección y a la vez una advertencia. No perdiste la mano, Freen. Lo que te duele realmente, es que te han golpeado en lo más grande que tenías, tu ego- digo. La miro pero no me mira. Suspiro cansada.
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Reanimando su corazón: FreenyBecky (ADAPTACIÓN)
RomanceUna doctora de renombre. Llega a trabajar al hospital más importante del país. Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar. Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo. El destino los junt...