Sebas.
Mercury estaba hablando y hablando mientras seguía con el ritual, nosotros seguíamos sentados en el suelo, estaba peleando con él pero él estaba intentando tomar el control del cuerpo, odiaba a Dylan en este momento. Voltee un segundo a los demás y noté que estaban volviendo, antes estuvieron a punto de irse y por alguna razón estaban volviendo en vez de usar la cabeza y salir corriendo. Liz si estaba corriendo, pero pasó de largo y fue hacía Mercury, quería ir con ella pero los yuyos del zanjón impidieron que me moviera. Estaba muy enojado con ellos, no entendía que tantas ganas de morir por un cambia formas había que tener como para quedarse tanto tiempo.
—Dylan —dijo la chica de trencitas, era molesto solo saberme el nombre de Nathan y Sol— tenemos que irnos, no podemos pelear con él
—No me digas —estaba muy molesto. Mientras hablaba estaba intentando arrancar los yuyos de mis zapatillas— por eso intento sacar a mi hermana de acá
—Listo —dijo la otra chica la que tenía vitíligo. Cuando habló los yuyos me soltaron, iba a salir corriendo pero ambos Nathan y Sol me agarraron los brazos, por reflejo patee a Nathan en la pierna para que me soltara.
—Ups —dije sin sentirlo pero considerando las cosas, era medio raro que "de la nada" estuviera tan agresivo con él.
—¡Me harté! —gritó Mercury, haciendo que todos le prestáramos atención.
Al verlo noté que se había enojado mucho y me ponía muy nervioso eso considerando que ahora no era yo con quién se desquitaría, sino que sería Liz. Detrás mío escuchaba a los demás hablando de que hacer "Podrían correr" Sol decía que no tenía sentido pelear con él, una de las chicas dijo que su magia no iba a servir y otra dijo que ella y Nathan eran básicamente inútiles. Mercury había empujado a Liz cuando gritó, se veía frustrado así que estaba agradeciendo con toda mi vida que se intentara calmar. No estaban muy lejos por lo que pude escuchar a Mercury. Le gustaba mucho hablar.
—¿Sabés? Estaba intentando no molestarte tanto porque Sebas me cae muy bien —mientras hablaba se acercaba a ella— pero ya me hartáste Liz
Mercury agarró a Liz y cuando la inmovilizó sentí miedo por ella, no pude ver mucho y por un momento no me pude mover porque sentía miedo. Él agarró la cara de Liz y realmente no entendí bien que pasaba pero Liz estaba intentando quitárselo con mucha fuerza. Me sentí horrible por tardar tanto tiempo en reaccionar.
—¡Dejála! —le grité mientras me acercaba a él— Por favor —después de decirlo noté que eso obviamente no iba a funcionar. Mercury se rió.
—Gran intento —dijo riendo, vi el ojo de Liz y se veía rojo.
Como Mercury estaba algo distraído Liz logró empujarlo y sacárselo de encima. A penas estuvo libre de él, ella tapó su ojo izquierdo y se alejó mucho de nosotros, creo que intentaba volver con los demás, noté como estaba hiperventilando.
—Oh no —dijo Mercury con un tono un poco de burlón, iba a ir con Liz y él saltó sobre mi, empujándome contra el suelo— supongo me tengo que conformar con vos
Con dos de sus manos agarró uno de mis hombros y mi cabeza, hizo otra mano y con esa agarró mi mano ya que estaba intentando quitármelo de encima, así creció más y más manos para retenerme, así asegurándose de que no pudiera moverme. Aún no estaba completamente inmóvil pero estaba muy cerca de eso. Me sentía muy incómodo sintiendo tantas manos a su alrededor.
—¿Querés saber algo? —dijo Mercury mientras me movía para que lo viera— Dylan seguramente lo sabe, existen unas avispas que pueden inyectar veneno y huevos a las arañas, el veneno las paraliza y luego ayuda a que los huevos no sean detectados, las larvas crecen y la araña muere sin darse cuenta —mientras hablaba noté que comenzaba a babear, no era traslucido sino que era un verde muy saturado— y los mosquitos tienen algo similar por lo que no se siente la picadura mientras está sucediendo.

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Mercury
FantasyDylan vuelve a Plaza Cerro, su ciudad natal, pero al hacerlo se encuentra con una criatura cambia formas que se ve exactamente como él. Por otro lado en Buenos Aires Liz intenta ayudar lo más que puede con la cura para la maldición que poseen. Él no...