Capítulo 15

10 1 2
                                    

El día de hoy yo iba a ir a buscar a Dylan, quería que el nos ayudara con todo el tema de la maldición y lo del rastreador de Eos porque después de todo él también tenía la maldición y él había ocasionado todo esto de una manera u otra. Además que era justo que él nos ayudara así podía curarse él también. Pude haber pedido un taxi o algo pero preferí ir caminando hasta la casa de lo tíos ya que así podía calmarme y mentalizarme para incluso discutirle a Dylan si era necesario, todo con tal de que fuera conmigo y con los demás. Tardé unos segundos en golpear la puerta de la casa, no respondían. Golpee otra vez y nada, por lo que comencé a buscar la llave de repuesto que asumo seguían teniendo.   

—¿Dylan? —dije mientras entraba a la casa de los tíos, me preocupaba que la llave de repuesto siguiera en el mismo lugar.

También era preocupante la cantidad de trabajo que estaban teniendo, hace bastantes días no veía a la tía y Mercury y Dylan siempre dicen lo cansada que llegaba a la noche. Aunque no sé si eso realmente afectaría ya que Dylan, Mercury y yo nos acostumbramos a estar solos desde que éramos muy chicos.

—¿Qué? —dijo Dylan, cuando entré lo vi acostado en el sillón viendo su celular lo que era algo raro.

—Um —si se sintió raro— ¿Querés venir conmigo? Vamos a estar practicando unas cosas para lo de la maldición.

Dylan sonrió y se puso de pie de inmediato, esto era raro.

—Claro, vamos —dijo acercándose.

—Esperá, quiero saludar a Mercury —Dylan rápidamente se puso nervioso y empezó a empujarme de la casa— ¿Qué te pasa?

—Mercury salió —dijo empujándome hacía la puerta— o quiero pensar que salió, lo saludás después

Suspiré algo molesta y comencé a caminar por mí cuenta, mientras íbamos caminando al hotel él estaba callado, como siempre pero había algo raro en él, su ropa era no la usual y tenía accesorios. Por más que era raro parecía que estaba un poco mejor, quizás era una exageración pero él nunca se había tomado el tiempo para ponerse accesorios, a excepción de esa vez cuando teníamos 14, y tampoco le había puesto tantas ganas a cambiarse la ropa antes. Lo que si fue un poco raro fue que sonreía mucho, en especial por lo que pasó ayer, pero no sé, quizás pasó tiempo con Oliver y eso le hizo bien. Después de todo él siempre se veía mejor el día siguiente a cuando pasaba tiempo con Sol.

—Miren a quién traje —dije cuando llegué con el resto de los chicos.

—Ay hola Dylan —dijo Eos con una sonrisa moviendo su mano. 

—Buenas —dijo Dylan.

—Hola Dylan —las demás terminaron por saludarlo y si sentía muy raro como estaba actuando.

—Bien, Liz me explicó más o menos que estábamos haciendo ¿En qué ayudo? —dijo viendo a Eos con mucha curiosidad.

—Ah, pues mirá, tenemos- mirá hice- hicimos esta batería —dijo mientras se trababa, sacó la batería del rastreador y se la mostró a Dylan— con algo de saliva de Nathan y se supone que si la ponemos acá debería rastrear magia —colocó la batería en el rastreador una vez más y lo apuntó hacía nosotros, entonces comenzó a sonar— ¿Porqué está sonando? 

—Por que —Flor salió a defenderme, estaba preocupada porque yo no sabía que ser un hombre lobo haría que eso sonara— porque le di a Liz una cosa mágica —dijo nerviosa— ¿Verdad Liz?

—Claro si —dije nerviosa, Dylan me vió confundido y por un momento parecía que se quería reír.

—También puede ser por esto —dijo mientras sacaba un collar de su bolsillo y se lo ponía.

MercuryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora