Cap 13 °Gestos de amor°

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Después de aquel beso apasionado, sentí cómo Larissa me sonreía, como si la conexión compartida hubiera disuelto cualquier rastro de tensión que pudiera haber quedado entre nosotras. Intenté desviar mi atención, si no sentiría que mi cuerpo se desvanecería entre los dedos de Larisa y con un carraspeo, decidí abordar el asunto que había estado pendiente. "Bueno, ahora que no hay mentiras entre nosotras, ¿me dirás la verdad de tu herida en la mejilla?", pregunté con suavidad, mientras alzaba una ceja notando cómo un rubor sutil teñía las mejillas de Larissa. Una sonrisa traviesa se dibujó en sus labios mientras respondía "Ya sabes, creo que ahora es un poco obvio". Mientras hablaba una sonrisa aprecio en mis labios, esperando una explicación más detallada. No obstante, antes de que pudiera insistir, Larissa continuó, "Pero, en serio, creo que aún nos falta decirnos algunas cosas". Su tono era juguetón y también con cierta duda en su tono.

"De hecho, lo siento por eso...Si quieres, te puedo poner una pomada. Creo que me pasé un poco, pero la verdad es que estabas asustándome". Larissa soltó una risa suave.

"Lo se y lo lamento...es que me sorprendió verte allí y olvidé que era otra persona en ese momento" Dije mientras sentía sus manos en mi cintura aun jugueteando y pasando por los bordes de mi delantal de enfermera "Además debo decir que me gusto verte con tu uniforme, se te ve tan bien que no pude resistirme" Mientras veía como Larissa se reía con suavidad, restándole importancia al incidente. "Y, debo decir que tienes la mano pesada...te sabes defender cuando sentí la bofetada me sorprendió tanto, no sabía que decir".

"Lo siento... lo siento, es que tu sabes hay muchos acosadores por ahí" Dije entre risas mientras aun sentía sus toques persistentes mientras recordaba la situación y en el fondo me dije a mi misma que debería haberme dado cuenta, pero era imposible.

"No te preocupes...me gusta saber que te puedes cuidar...aunque me gusta mas la idea de poder cuidarte yo" Dijo mientras besaba mi mejilla con ternura. "Aunque debo decir que todavía no nos hemos dicho todo", Agregó con un toque de seriedad. Mi mirada se mantuvo fija en Larissa mientras buscaba en su rostro las respuestas que necesitaba escuchar. Le aseguré con suavidad, "Solo dilo, Larissa. Prometo que nada cambiará", tratando de transmitirle que podía confiar en mí con sus secretos más profundos. Noté la duda en sus ojos, una lucha interna entre la necesidad de revelar la verdad y el temor a las posibles consecuencias.

Con un suspiro, Larissa comenzó a compartir la razón por la cual se encontraba en la estación transformada en otra persona. Sus palabras fluían con una mezcla de urgencia y determinación, explicó que el sheriff culpaba a un estudiante de Nevermore por los crímenes en los alrededores y que Rowan, aunque desaparecido, no había sido encontrado ni siquiera su cuerpo. Larissa había asumido la apariencia de Rowan para desviar las preguntas y así proteger a los demás. Escuché con atención cada palabra, tratando de comprender la magnitud de sus acciones. Su rostro suplicaba una respuesta de mi parte, y a pesar de la sorpresa que me embargaba, le dije con sinceridad, "Entiendo". Este lugar, con sus secretos y peculiaridades, era especial para ella, y entendía que había actuado por un sentido profundo de protección.

A pesar de la complejidad de la situación, decidí que haría cualquier cosa por ella y su seguridad. "Se Nevermore es como tu hogar que es tu lugar, yo habría hecho lo mismo, porque sé que lo hiciste para proteger a todos y este lugar que acepta a todos los marginados y es de cierta forma algo muy valiente y admirable" Larissa, al escuchar mis palabras, me abrazó con fuerza, como si la carga que llevaba se hubiera aligerado. En ese abrazo, sentí la conexión entre nosotras fortalecerse.

"No sé qué hice para merecer una mujer tan perfecta como tú", murmuró Larissa, y en sus ojos vi gratitud y cariño.

"Bueno... ¡Basta de cosas tristes!", exclamé con una sonrisa, queriendo cambiar el tono de la conversación. "Estoy segura de que tenemos mucho de qué conversar, pero por ahora, debes acompañarme", dije mientras tomaba su mano con determinación y la guiaba hacia la puerta. Sin embargo, en el umbral, Larissa tiró suavemente de mi mano, deteniéndome antes de salir. En un gesto repentino, sus labios buscaron los míos en un beso tierno pero necesitado.

Simplemente tuya ° Larissa weems x Lectora°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora