Cap 27 °Pérdida de control°

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°°°Pov Amelie°°°

La penumbra que había envuelto mi ser empezaba a disiparse, como si las sombras que me aprisionaban se estuvieran retirando. La neblina en mi mente se despejaba, y de repente, me encontraba consciente de la realidad. Miré a Larissa, mi amada, atada frente a mí, y el temblor en mi cuerpo reflejaba la confusión que se apoderaba de mi ser. "Larissa...", murmuré con la voz entrecortada, sintiendo la urgencia de liberarla. Me acerqué con determinación, dispuesta a quitarle las cadenas que la mantenían prisionera, pero una mano detuvo mi avance. La voz susurrante de Marilyn penetró en mis oídos, tejiendo palabras que resonaban como una melodía oscura.

"Amelie, ¿qué haces? Recuerda nuestro final feliz". Esas palabras reverberaban en mi mente, como si fueran un hechizo que intentaba arrastrarme de vuelta a la oscuridad de la sumisión. Mis ojos se volvieron hacia Marilyn, mi querida dueña, y en mi mente resonaba su nombre como un eco constante. "Marilyn", repetí, como si aquella palabra tuviera el poder de sellar mi destino. Me volví hacia ella, mi lealtad, mi obediencia a sus órdenes, nuevamente tomando el control. El conflicto interno rugía dentro de mí, la dualidad de ser Amelie y, al mismo tiempo, un títere en manos de Marilyn.

Larissa, valiente y decidida, no estaba dispuesta a permitir que Marilyn retomara el control sobre mí. "Déjala en paz", exigió Larissa con una determinación que chocaba con la sumisión que sentía hacia Marilyn. Aquella mujer, que en este momento se alzaba en mi contra, despertaba algo más en mi interior, algo que luchaba por liberarse de las cadenas de la manipulación. Mi mente, un campo de batalla entre la lealtad a mi dueña y el amor por Larissa, estaba dividida.

La voz insidiosa de Marilyn resonaba en mi oído como una serpiente susurrante, tejiendo su telaraña de control en mi mente. "Ella no volverá contigo, Directora. Mejor terminemos con esto pronto... Querida, acaba con ella. Solo así podremos vivir felices", sus palabras resonaban como un eco oscuro que resonaba en las cavernas de mi conciencia. Algo dentro de mí gritaba, una resistencia que se aferraba a la parte más genuina de mi ser, pero la orden de mi dueña resonaba con una fuerza abrumadora. Me acerqué a Larissa, la peliblanca a la que mi corazón anhelaba proteger, pero mi cuerpo actuaba en contra de mi voluntad. La dualidad dentro de mí era como un vendaval, y mi mente se debatía entre la obediencia y la rebelión, pero en el momento en que estaba decidid a tomar la decisión vi sus ojos azules que llegaron a mi alma, aquellos ojos azules que me habían mirado tantas veces hicieron que me agarrara mi cabeza sintiendo como si un golpe me hubiese llegado. "Yo... no puedo... mi señora... qué...porque no puedo...que me pasa...", intenté articular palabras, pero la confusión que rugía en mi interior se reflejaba en mi voz entrecortada. Era como si mi mente estuviera al borde de la explosión, cada fibra de mi ser sintiéndose martillada por la contradicción que la consumía.

En ese momento, la puerta se abrió y Tyler entró en escena. Marilyn se colocó detrás de él, y mi cuerpo se crispó al notar su presencia. Mientras el ambiente se cargaba con la tensión, mi transformación comenzó, una metamorfosis que reflejaba la batalla interna que libraba. "Basta... basta... cállense", intenté articular entre jadeos, pero mi voz sonaba distorsionada por la lucha interna. Las voces de Marilyn y Larissa resonaban en mi mente, como dos fuerzas opuestas que buscaban reclamar mi lealtad "Amelie" me decían mientras mis manos se aferraban a mi cabeza.

Pero en ese momento escuche la voz de Marilyn dirigirse a Tyler "Vamos acaba con Larissa" haciendo que lo mire fijamente mientras este se transformaba y se dirigía hacia Larisa, pero con rapidez me lance yo hacia él y mientras el conflicto se intensificaba, la marea de la lucha se desató en el suelo, donde ambos, como leones en un duelo, lanzándonos el uno contra el otro. Mis músculos se tensaron, respondiendo al impulso de proteger a Larissa. Nos enredamos en una danza feroz, donde cada movimiento reflejaba la lucha interior que me consumía.

Simplemente tuya ° Larissa weems x Lectora°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora