Terminó el primer bloque y decidí ir al baño para refrescarme. En el camino, me encuentro nuevamente con Santiago. ¿Acaso este hombre está en todos lados?
-¿Me estás siguiendo? -comenta con una sonrisa irónica.
-No te creas tanto. -le digo con una sonrisa, tratando de mantener cierta distancia.
Asiente con la cabeza, sonriéndome. Mi mirada se desliza hacia su camisa arremangada.
-¿Qué significan tus tatuajes? Me llamaron mucho la atención.
Comienza a explicarme, detallando el simbolismo de cada uno, su origen y la edad en que los hizo. La conversación fluye de manera más relajada, pero mantengo mi guardia.
-¿Y vos? ¿Tenes algún tatuaje? -me pregunta con curiosidad.
-Sí... pero no se ve. -Me sonrojo un poco, ese tatuaje está en un lugar que no puedo mostrar.
Al mirar la hora, me doy cuenta de que el segundo bloque del debate está por comenzar, y aún no he ido al baño.
-Caputo...
-No, no. Decime Santi o Santiago. -me interrumpe.
-Santiago, está por comenzar el debate.
Se pone pálido.
-¡La concha de la lora! Tenía que ir a hablar con Javier y me colgué. Me va a matar. -se va apurado, casi corriendo.
No puedo evitar reirme de su reacción espontanea y su falta de diplomacia. Camino hacia el baño.
Durante el segundo bloque del debate, la tensión entre Santiago y yo es palpable. Nuestras miradas se entrecruzan en varias ocasiones.
Al finalizar el evento, Caputo se acerca con una expresión entre divertida y desafiante.
-¿Qué te pareció el debate? -pregunta, con una sonrisa que sugiere algo más que una simple conversación política.
-Interesante, aunque me parece que algunos necesitan aprender a escuchar. -respondo, manteniendo la ambigüedad en mis palabras.
Santiago ríe, y su mirada insinuante parece desafiar cualquier límite establecido.
-Bueno, nuestras opiniones difieren, pero podríamos seguir debatiendo en otro contexto. ¿Te gustaría charlar en algún otro lugar? -propone con picardía.
Considero la propuesta, consciente de la tensión entre nosotros. Es lindo, pero es asesor de Mieli, y mis ideales están primero.
-Caputo, me parece que no es adecuado. -respondo con firmeza, tratando de poner nuevamente distancia entre los dos.
Él asiente, aceptando mi postura, pero persiste.
-No, si, tenes razón, no es adecuado. Igual seguro nos vamos a seguir encontrando, ¿te parece pasarme tu número? Por fines laborales, nada personal.
Parece un pajero. Intenta con una excusa sobre futuros encuentros políticos, pero decido mantener la distancia.
-Creo que lo mejor es no intercambiar números. No te olvides que, políticamente hablando, somos oposición.
Santiago sonríe como si disfrutara del desafío.
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Enemies and lovers | Santiago Caputo
Fanfiction¿Una peronista y el asesor de Mieli? Nuestros protagonistas van a tener que mantener su vínculo en secreto, porque de lo contrario, sería un escándalo. En lo político son enemigos, pero cada encuentro secreto está cargado de adrenalina y emoción.