XIV. Clara

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Aviso: Hicimos una votación y el nombre ganador fue Eva, ahora la protagonista se llama así

Las redes sociales del gobierno compartieron las imágenes del evento, aparentemente todo estaba en orden. Sin embargo, a medida que transcurrían las horas, los usuarios en redes sociales comenzaron a notar un detalle.

En una de las fotos durante el discurso de Milei, en el borroso fondo, se distinguen dos siluetas: la mía y la de Santiago, en plena conversación. Fue una breve charla en la que me preguntó acerca de mi encuentro con Lilia Lemoine y luego se apartó.

En ese momento, al ver la foto, no me percaté de nuestra presencia; era casi imperceptible. Sin embargo, la gente de Twitter se da cuenta de todo.

Me quiero morir, soy una estúpida. No, Santiago es el estúpido, el me buscaba todo tiempo en la cena.

A medida que las redes sociales se percatan de la presencia de Santiago y yo en la foto, los comentarios comienzan a inundar la plataforma. La gente especula sobre el contenido de nuestra conversación, creando teorías y compartiendo capturas de pantalla ampliadas para analizar cada gesto.

¿Tanto me costaba ignorar a Santiago en la cena?

Me llega un mensaje de Clara, en una hora tengo una reunión de emergencia, otra vez. Pero en esta ocasión, va a estar Santiago Caputo también.

Esta vez, la sala está ocupada por los asesores de imagen de La Libertad Avanza y Unión por la Patria. La atmósfera está cargada de hostilidad y desconfianza, evidenciando la profunda brecha entre ambos partidos políticos.

Los asesores de imagen expresan su preocupación por el escándalo en redes sociales y la imagen poco seria que proyectamos como representantes de partidos políticos opuestos. Exigen mayor discreción y prudencia para evitar dañar la reputación de ambas agrupaciones.

Santiago y yo recibimos la reprimenda de manera directa. Nos advierten sobre las consecuencias negativas que nuestra relación puede tener en la percepción pública.

Cuando concluyó la reunión, Santiago me apartó para hablar. Entrelazo sus manos con las mías.

–Perdón, Eva. –su mirada es de culpa.

–Santiago, no pidas perdón, los dos somos responsables por esto.

Su respuesta es un suspiro.

. . .

Paso por mi oficina. Clara me pide hablar, otra vez. Esto se siente como un Déjà vu, claramente sigo tropezando con la misma piedra.

—Axel Kicillof se acercó, me ofreció trabajar directamente con él. No sé, quizás acepte. Al menos, no estaré rodeada de contradicciones. —sus palabras caen como un peso sobre mi conciencia.

Veo la tristeza en sus ojos, pero no puedo evitar sentirme apuñalada por la espalda. Me siento traicionada, por Axel y por Clara. Entiendo que mis compañeros estén enojados conmigo pero, ¿hacerme esto? Tantos años de amistad tirados a la basura por un simple error.

—Clara, no sé qué decir... nunca me esperé esto ni de Axel ni de vos. Clari, por favor, no tomes decisiones apresuradas. Pensa en la amistad que construimos, la confianza que compartimos. No quiero perder eso. –confieso al borde del llanto.

Clara suspira, sus ojos están húmedos por las lágrimas que amenazan con aparecer.

–Eva, creo que, justamente esto es lo mejor para nuestra amistad. Estamos mezclando muchas cosas, trabajo, amistad, ideales políticos...

Enemies and lovers | Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora