VIII. Culpa

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Les pregunte como querían que siga la historia, y hubo un empate😩 así que tome una decisión para que estemos todas contentas, al final del capítulo les explico mejor

Nos separamos del beso, Axel me esta mirando con algo de culpa.

–Axel, perdón si te confundí, creo que me dejé llevar por todas las emociones del momento...

Creo que a partir de ahora todo va a ser más incómodo.

–Esta bien Evita, no te preocupes. –me tranquiliza. –Ya me voy.

Creo que los dos tenemos una mirada triste.

Después de que Kicillof se fue me quedé reflexionando un rato de todo lo que pasó esta última semana.

Decido responderle a Caputo: "Gracias Santi, y felicidades".

Sigo enojada y angustiada por el resultado, pero decido ser una "buena perdedora". Francamente valoro que se haya tomado el tiempo de escribirme en medio de sus festejos.

Tengo algunos mensajes de Clari preguntándome como estoy, preocupada por como huí del búnker. Le pido que nos veamos mañana.

Me voy a acostar y en la almohada siento el olor a Santiago, tengo un escalofrío.

Me despierto temprano, con un nudo en la garganta, mi angustia continúa. Mis redes sociales se llenaron de comentarios, tanto negativos como positivos, decido ignorarlos.

Cocino, va a venir Clara a almorzar y la quiero esperar con algo rico.

Me siento sola.

Entre todas las notificaciones veo un mensaje de Santiago: "¿Queres que pase por tu casa a la noche?". Le digo que sí.

Estamos comiendo con Clara, no aguanto más, confieso.

–¡Me comí a Axel!

–¿¡QUE!? –Casi se atraganta con la comida. –¿Estamos contentas o estamos tristes por eso?

–Tristes. Fue medio impulsivo todo, pero no da, laburamos juntos. Siento que es mezclar las cosas, además me lleva bastantes años...

Clara está pálida, me mira confundida con sus ojos grandes y verdes.

–Igual era obvio que te tenía ganas. –Admite antes de comer un bocado.

Yo me pongo bordó.

–También... también esta semana conocí a alguien, y no estamos en nada. Solo nos dimos un par de besos y bueno...

Creo que Clari está cada vez más confundida.

–¿Es el del audi blanco? la otra vez vi que te subiste a ese auto. –Adivinó. –¿Y en dónde lo conociste?

–Sí, lo conocí en consultorio del médico. –Miento, no puede saber que trabaja en el partido de la oposición; si esa información se filtrara yo perdería credibilidad. Sería un escándalo.

Ahora la cara de Clara es de confusión absoluta.

. . .

Tocan la puerta de mi departamento, abro y está Santiago parado con una botella de vino.

–Me abrió el portero. –confiesa en cuanto me ve.

–Hola Santi, pasa. El portero le abre a cualquiera, un día nos van a afanar.

El se ríe.

–Pero yo no soy cualquiera. –Me mira con una mueca rara.

–No, pero vos me entendes.

En sus ojos se ve una felicidad inexplicable, casi contagiosa. Creo que mi mirada dice todo lo contrario.

–¿Estás bien? –me pregunta preocupado.

–No hablemos de eso, por favor. –Pido, dejando claro que no deseo abordar el tema de las elecciones, al menos no con él.

–Traje vino para la cena, no sé si te gusta. –Me comenta.

–Sí, gracias.

Nos pusimos a hacer pastas caseras, me di cuenta que Caputo es un desastre cocinando. La mezcla de harina y huevos termina esparcida por toda la encimera.

–Vi tu tatuaje el otro día. –Me confiesa mientras estamos cenado.

Tengo un corazón chiquito en la cadera.

–¡Que vergüenza! Me lo hice a los 16 para ser rebelde. –Confieso entre risas.

Santiago me mira con sus ojos brillantes, desprendiendo alegría.

–Es medio boludo ese tatuaje, yo esperaba algo con más significado o más lindo. –Admite entre risas.

No puedo evitar poner cara de ofendida.

–Disculpame, habló el que tiene tatuajes capitalistas en ruso.

–Ahora me voy a hacer uno nuevo, en la espalda, porque Mieli ganó las elecciones.

Inconscientemente pongo cara de asco.

–¿Qué te pasa?, ¿acaso te crees que tu partido es el único que puede gobernar? –Me pregunta en tono prepotente.

–No es por mi partido, Santi, es sobre luchar por los derechos y la justicia social. Pero claro, eso a un libertario como vos le resulta ajeno. –Me defiendo.

–Milei ganó porque la gente está harta de políticos como vos.

Santiago dice eso y decido morderme la lengua, no tengo ganas de discutir. El nudo en mi garganta vuelve.

El resto de la cena es incómoda y en silencio.

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HOLA

Todo bien???

Como ya les dije, hubo un empate ENTRE LAS 3 OPCIONES.

Decidí que la historia siga siendo de Santiago Caputo porque esa era la idea original y me pareció lo justo, ustedes entraron a esta historia con la idea de leer sobre el.

PERO PERO PERO

Vi que había personas que querían un triangulo amoroso y vi que también algunas están enamoradas de Axel Kicillof, así que se me ocurrió una idea...

Si quieren, SI QUIEREN Y ME PROMETEN QUE LO VAN A LEER🫡 hago o una historia de Axel Kicillof o una historia alternativa a esta pero con un triángulo amoroso, ustedes deciden y me avisan

Decidí esto porque sentía que era la mejor forma de que todas las partes tengan lo que quieren

Gracias por sus sugerencias, chau chau

Aaa también, este capítulo fue medio choto !! Pero con todo esto de la votación me dio un bloqueo porque no sabía que hacer, el siguiente va a ser mejor

Ahora sí, chau chau

Enemies and lovers | Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora