V. Más casualidades

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Hace 2 días pasó todo el incidente con la noticia falsa. Hace 2 días estaba Santiago en mi departamento.

Comenzamos a divulgar la información verdadera, que esa nota con Infobae nunca existió, la gente ya estaba más informada respecto al tema y eso me tenía tranquila. Hoy me tengo que reunir con un representante del equipo de Milei, para charlar lo sucedido.

–Evita, en media hora viene el delegado de Milei. –me dice Clara con dulzura, mi asistente.

Yo estoy sentada en el escritorio de mi oficina. Suspiro.

–Francamente me da paja tener que hablar con este tipo de personas. Espero que todo salga bien. –digo abrumada.

Aproveché la media hora que tenía para poder adelantar un poco de trabajo. Recién son principios de noviembre pero ya estoy ayudando a Grabois a organizar la navidad en el congreso.

Clara toca la puerta, le digo que puede pasar.

–Ya llegó, ¿lo hago pasar? –me consulta mi asistente.

–Sí, sí, decile que pase.

Clara cierra la puerta, pasan unos segundos, y la vuelve a abrir. Pero ahora, detrás de ella, está Santiago Caputo.

Parece que la vida me odia.

Él desfila por mi oficina con una sonrisa prepotente y en absoluto silencio. Toma asiento frente a mi.

–¿Necesitan algo? –pregunta amablemente Clara, tiene una sonrisa muy tierna.

–No, gracias Clari. –le respondo.

–Yo sí, quiero un café sólo. –dice Santiago, luego le guiña el ojo.

Clara se va a buscar el café.

–Hola, ¿no? –me dice burlón.

–Buenas tardes. –respondo con seriedad.

Caputo irradia una actitud arrogante. La tensión en la habitación es palpable, y aunque trato de mantener la seriedad, su presencia despierta una mezcla de emociones en mi.

Clara regresa con el café para Santiago, quien le dedica otra sonrisa condescendiente antes de que ella se retire.

–Bueno, Eva, el destino nos quiere juntar nuevamente. –comenta con suficiencia.

–No es el destino, Santiago, es la necesidad de aclarar esta situación absurda.

Santiago da un sorbo al café con expresión relajada, como si disfrutara del juego. La conversación comienza, centrada en la falsa noticia y las repercusiones en la campaña.

–¿Realmente piensan que esto cambiará algo? –dice con cierta altanería.

–Santiago, no pueden jugar con la ingenuidad de las personas, Javier Milei difundió una noticia falsa.

Él se encoge de hombros con indiferencia.

–Tal vez el también fue una víctima de la Fake New, no lo habrá hecho con maldad. Además, la gente se olvida rápido.

Mi paciencia se ve puesta a prueba, pero decido mantener la calma.

–Necesitamos que aclaren que fue un error. No podemos permitir que la desinformación afecte la integridad de la campaña. –respondo firme.

Santiago, con su actitud desafiante, parece dispuesto a seguir jugando. Se levanta de su asiento y camina hacia mi, yo estoy sentada en mi silla y tengo que levantar la mirada para poder ver su rostro.

–La próxima Javi va a tener más cuidado, pero no va a pedir perdón por nada. –declara Caputo mientras acaricia mi mejilla con su mano. No puedo evitar caer.

–Tienen que aclarar que fue un error, es grave lo que pasó. –digo con la voz temblorosa, fallando en ocultar mis nervios por la cercanía de Santiago.

–Corazón, ¿para qué aclararlo? La gente ya vio que era una noticia falsa... yo creo que hay que olvidarnos del tema. –dice en un tono suave, amoroso. Puedo oler su perfume caro.

Santiago me da un beso corto y dulce en los labios.

–Mira amor, hagamos una cosa, yo te paso mi número y cualquier cosa vos me escribis. Si una situación así se vuelve a repetir me avisas, así te quedas más tranquila. –me explica.

Yo asiento y agendo a Caputo.

Caí, su estrategia funcionó. Estoy a sus pies como una pelotuda.

Enemies and lovers | Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora