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Narra Minho.

Jisung me convenció de llevar la "Paz" con mis padres, pero estos lo hacían difícil, siempre terminábamos discutiendo y para no espantar o hacer que Suni se preocupara cuando ella llegaba nos teníamos que hacer los más felices, ya me estaba cansando, ya quería irme.

Era de noche y dormía con Jisung abrazado y Suni en su cama, los días han sido pesados y la noche era solo mi momento de calma, solo habían pasado dos días de nuestra semana de vacaciones y ya quería acabar con esto.

Al día siguiente me levanté, mi padre me propuso ir a pescar con Suni y conmigo, invitamos a Jisung pero él dijo que quería esperarnos ya que no se sentía tan bien del estómago, le di un beso al igual que mi hija y nos fuimos de ahí.

Durante la pesca, Suni no paro de hablar de Jisung, como este la hacía sentir bien y lo mucho que le encanta que él estuviera en nuestras vidas, mi padre hacía gestos un poco raros pero no peleaba como mi madre.

Solo quería que esto acabara rápido para ir con Jisung no quería que se topará con mi mamá y ella lo terminara hiriendo.
— Abuelito, papi ide a ved allá, no tado.
Dijo mi pequeña antes de dirigirse a un pequeño lugar donde se encontraba lleno de flores, mi padre y yo nos quedamos en silencio con los cordeles metidos en el agua.

— Suni aún tiene problemas con pronunciar la "R" ¿cierto?

Lo observé asintiendo.

— Sí, pero jisung y yo la hemos estado ayudando, entre ratos parece que ya no le cuesta, aunque cuando se pone bien mimosa se pone floja con las palabras.

Mi padre se comenzó a reír por lo que dije, cambiando su mirada del agua hacía a mi.

— Es igual de floja que tu, tardaste en hablar aunque bueno Suni ya había solo que un poco atravesado. Tú ni eso.

Fruncí el rostro a lo que ocasionó las risas de su parte — Perdón, no debimos forzarte a tener algo con Sihyeon, sé que un simple perdón no alcanza pero en verdad yo lo lamento... Creí que era buena madre para mí nieta y una buena esposa para ti, pensaba que estarías abrumado o con la idea de que no podías hacer esto solo pero mira, eres un gran padre, Suni cada vez es una mujercita con muchos valores, amable y cariñosa, hiciste un gran trabajo cuidándola solo.

Le sonreí levemente queriendo hablar pero nuevamente fui interrumpido por sus palabras.

— además ahora, no estás solo, Jisung es un buen chico, me siento idiota por no estar dándome la oportunidad de conocerlo... si tú y mi nieta hablan bien de él, es porque lo es, discúlpame por haberme dirigido de esa mala manera hacía él es solo que... no quiero que les hagan daño a mi hijo y a mi nieta, no quiero que estén mal, yo los amo y quiero lo mejor para ustedes, no quiero que te vuelvas a sentir mal por la partida de alguien y que Suni sufra yo...

Antes de que mi viejo continuará hablando y que sus ojos se pusieran más llorosos lo abrace con tanta fuerza, de inmediato la pequeña Suni se unió, cubriendo lo que podía con sus pequeños brazos.

— Ni cubres nada, niña —. Bromie con Suni a lo que ella comenzó a reír diciendo que la habíamos hecho a un lado del abrazo.

— Claro que no mi niña, ven, abrazos para ti hay siempre — Dijo mi padre mientras abrazaba a mi hija. — Bueno, vámonos, no es tiempo de pesca solo quería darme la oportunidad de hablar con Suni y contigo.

Quedé impactado pero no por mucho, es algo que suele hacer mi padre y me alegro que él me haya escuchado.

Narra Jisung.

En dos días más nos iríamos, yo solo veía que no había ningún progreso en la relación de Minho y sus padres y me desesperaba, baje de mi cuarto negando a las órdenes de Minho y me quedé en la sala esperando sentado a su madre.

No tardo mucho y llego, mirándome con unos ojos de querer sacarme a patadas de su casa.

— estás llenando de pestes mi sillón, lárgate.

— ¡Escúcheme! Quisiera decirle algo — Mis piernas temblaban mientras que la señora se acercaba a mi.  — No quiero oírte, no sé de dónde vienes ni qué ideas traes, Minho cambió mucho desde que te con-

— ¡Exacto, no me conoce! — interrumpí nervioso — Conózcame, no tiene porque tenerme coraje.

Ella suspiró y negó.

— No tengo porque conocer a un idiota que aparte de ser un desconocido es feo.

Las palabras retumbaron en mis oídos quería llorar y aún más al ver a Minho llegar con su padre y con Suni quien estaba sujetada de ambos. Este me miró e inmediatamente se preocupó, corriendo hacía a mí y teniendo una pequeña confrontación con su madre, la pelea no pasó a más porque el señor Lee trató de calmarlos y porque Suni comenzó a llorar.

Nos encerramos en la habitación por órdenes de Minho quien estaba guardando nuestras cosas mientras el papá de este adormecía a Suni quien ya se había calmado.

— Yo solo quería...

Mis ojos no resistieron más y comencé a llorar, Minho dejó todo y corrió hacia a mi, el señor Lee se llevó un ratito a Suni a su habitación para dejarnos un rato de privacidad.

— Minho ¿soy feo? No soy lindo, es por eso que no me quieres, Minho ¿soy un idiota? — las palabras ajenas no suelen afectarme pero en estos momentos estaba en una situación muy crítica, donde me sentía tan sentimental, en verdad quería a Minho y que me trataran así me hacía sentir peor.

Min tomó mis mejillas y comenzó a besar cada parte de mi rostro y con voz suave comenzó a hablarme — Eres bonito, eres lindo y no eres un idiota; no hagas caso a lo que diga esa señora, porque ella no sabe lo valioso y hermoso que eres.

— Doy asco.

Minho frunció el seño molesto — ¡Han, no vuelvas a decir eso!

— ¿Entonces por qué no le caigo bien a tu familia? Ni siquiera les hice algo malo...

Sus labios tocaron con los míos, dejándome un pequeño y dulce beso en mis cerezos. Quede sin palabras.

— No, nada de lo que dices, eres muy bonito, para mis ojos eres perfecto y lucharé por ti, no importa quién sea; durante este tiempo me di cuenta de lo importante que eres para mí y no planeo dejarte ir de nuevo. Jisung, eres de las cositas más bonitas que le han pasado a mi vida.

Sonreí delante sus palabras, abrazándolo con fuerza.

— Además... ya hablé con mi papá, al menos con él, las cosas están bien.

Dijo sonriente mientras yo me alejé un poco de él con alegría, planté otro beso en sus labios y sentí algo de felicidad, no se logró todo lo que quería pero al menos Minho pudo hacer las pases con su padre, me sentía mal por lo ocurrido con su madre y porque Min insistía en ya irse, ya que no aceptaría otro mal trato de parte ella hacía a mi.

Quería que se arreglara con ellos dos y que ellos vieran que no era un ser malvado como ellos pudieran imaginar.
Soy bueno y solo quiero pertenecer a esta familia, sin ocasionar pleitos e incomodidad.

Él También Es Mi PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora