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Capitulo VII

—No le diré nada a tu nana, pero promete que no volverás hacer eso. 

Chimo estaba regañando a la castaña, pues fue imprudente de su parte el haber actuado de esa forma y lo admitía, pero Chimo no dejaba de pedirle y suplicarle que no lo volviera hacer, incluso se ofreció el mismo a acompañarla al pueblo si quería ir a un festival del pueblo o si solamente quería ir hadar una vuelta en el Pueblo, él con gusto la acompañaría. 

—Ya te dije que ya no lo haré—refunfuño. 

—¿Puedo confiar en ti?

—Como tu quieras.

La chica aún estaba algo molesta con él, después de todo nunca le ha gustado cuando la confunden mucho y este chico realmente la hacía dudar de sus sentimientos por él. A veces creía que el chico gustaba de ella, pues llegaba hacer cariñoso con ella de manera discreta, pero en otras ocasiones la trataba de una manera grotesca. ¿Cómo podía sentir algo por un chico así? 

Tardaron unos minutos en regresar a la casa, la chica directamente fue a su habitación ignorando el "buenas noches" de Chimo. Nuevamente no se iban hablar, Chimo negó con la cabeza frustrado por la situación. La chica era realmente terca, necia, testaruda y algo berrinchuda. Pero no podía negar que le gustaba eso, aunque a veces prefería su lado amable, que últimamente casi no veía, pero no se podía quejar, él estaba siendo grosero con ella y estaba consciente de eso. Y también estaba consciente que ella le esta dando el trato que él se lo da a ella.  

A la mañana siguiente desde temprano estaba la joven Villavicencio en su jardín de rosas, estaba admirándolas como de costumbre, dejando que el olor de las rosas se le impregnara en su ropa. Chimo al igual que era su costumbre, observaba a distancia a la castaña, se encontraba apagada, su mirada no brillaba como de costumbre y estaba seguro que él tenía la culpa, sin embargo, la verdad era que su matrimonio estaba a la vuelta de la esquina y no llego a sentir nada por Héctor; mucho menos si solo hablaron una vez. 

—¿La Nahualá? —cuestiono la castaña mientras hablaba con Catarina, su dama de compañía. 

Desde el incidente de la noche anterior, ahora estaba más al pendiente de ella. Le agradeció a Chimo por a verla encontrado e incluso prometió cuidar de ella, o eso le dijo Catarina a TN, pero en realidad era que Chimo la regaño, a pesar de la diferencia de edad  Chimo regaño a la dama y le exigió que esta vez cuidara de ella como era debido. Catarina acepto a lo que le pidió Chimo, en fin de cuentas, ese era su trabajo. A la vez le confeso que no quería estar cerca de una chica riquilla que la podría tratar como basura a lo que Chimo le comento, que TN Villavicencio, no era nada de eso y empezó a hablarle de como era ella, a lo que se expuso inconscientemente sus sentimientos por ella. Lo bueno era, que la Señorita Catarina, no iba a decir nada. 

—Sí, dicen los rumores que esta rondando por está zona—comento Catarina—Hay que tener cuidado Señorita Villavicencio. 

—¿Qué es una Nahualá? —pregunto confundida la castaña mientras tomaba un sorbo a su taza de té. 

La Señorita Catarina junto TN estaban tomando el té. Ambas tenían tiempo libre y querían matar el tiempo tomando té mientras charlaban entre ellas. 

Por Tí || Chimo y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora