5

652 39 1
                                        

Capitulo V

Ahí estaba ella nuevamente ignorándolo. Ya había pasado una semana de aquella visita a la casa de los Villavicencio de rama alta, desde ese día ella no ha querido cruzar palabras con él, ni siquiera lo volteaba a ver y eso le ponía triste. 

—Aquí esta tú taza de té—hablo Chimo dejando una bandeja con una taza de té junto una rebanada de pay de queso (favorito de TN). 

Ella lo ignoro, dándole vuelta a la página de su libro. Chimo soltó un suspiro y se iba a marchar, pero se detuvo a media puerta, dudando si tenía que hablar él primero sobre porque ya no le habla o dejarlo pasar. Tenía que decidirse ahora, rara vez la nana de la castaña no estaba y esa era su oportunidad para hablar con ella sin que la nada le recalcara que era un mero criado de la chica y que tenía que tener distancia. 

—Puedes cerrar la puerta por favor—hablo TN con voz tosca. 

Chimo hizo caso inmediatamente, pero quedándose dentro de la habitación de la castaña, lo cual hizo que la chica frunciera el entre cejo confundida. 

—Pero contigo fuera—refunfuño la castaña levantándose de su casa, pues se encontraba sentada en su cama leyendo. 

Ahora Chimo era quien la ignoraba. Él aun le estaba dando la espalda sin decir nada y eso la empezaba a inquietar. Con paso lento se acerco a él, pero sin previo aviso Chimo la tomo de la mano y la aventó contra la pared con algo de fuerza, haciendo que la chica soltara un quejido de dolor. Cuando levanto la mirada, noto que estaba siendo acorralada por el azabache. Estaba demasiado cerca de ella, lo cual hizo que empezara a respirar nerviosa, su corazón latía con fuerza y sus mejillas se empezaban a tornar de un rojo tomate. 

Estar cerca de Chimo la ponía nerviosa, ansiosa y de algún modo calurosa. Después de todo era joven, la ponía nerviosa estar cerca de algún chico, sobre todo este chico. Desde que lo vio se le hizo atractivo y sentía una fuerte atracción por él aunque a veces lo negara. 

Todo su cuerpo le temblaba con solo sentir su presencia, la ponía realmente nerviosa, más si tenían un acercamiento así. Aunque era indecente, no podía evitar pensar en cosas de mayores cuando estaba de ese modo con él. 

—¿Qué... qué haces?—pregunto nerviosa. 

Chimo tenía la mirada baja, lo cual la ponía nerviosa, pues vestía un vestido con escote "V" dejando ver un poco su pecho, según su nana era para llamar más la atención de Héctor. 

—¿Por qué me ignoras? —al fin hablo Chimo. 

Alzó la mirada para ver directamente los ojos de la castaña, quien tenía el ceño ligeramente fruncido. 

—¿De qué hablas?—interrogó TN. 

—Antes eras como un perico, pero ahora ni me volteas a ver—menciono Chimo pegándose más a la morena. 

—¿No era eso lo que querías? 

Se quedo callado Chimo. 

—¿No fuiste tú quien dijo que mantuviéramos distancia?

—SÍ fui yo, pero ya pasaron dos mese desde que te dije eso, ¿por qué ahora me haces caso? —interrogó ahora Chimo. 

Por Tí || Chimo y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora