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Capitulo VI

Estaba sola, hacía frío y tenía hambre, pero eso no le molestaba, estaba muy feliz explorando el pueblo. No sabía que había un festival en el pueblo, todo se veía tan hermoso, tan alumbrado. Había mucha gente que se le quedaba viendo, pues su vestimenta era más extravagante que a la de la gente común, algunos la veían extraño, otros ni siquiera le prestaban atención. El festival era muy grande, habían muchos puestos de comida, dulces, postres, bebidas, venta de cohetes, etc. La chica estaba maravillada y a la vez asustada. 

Después de tal pelea con Chimo fue a su jardín de rosas para calmarse y  pensar lo que había hecho y dicho, estaba cansada de la relación que tenía con Chimo, realmente le quería "como amigo" pero él no cooperaba en absoluto. Estaba molesta, cansada y decepcionada. No estaba pensando con claridad, solo quería estar en paz aunque sea un tiempo. Corrió  nuevamente a su habitación y tomo un chal de seda fina con gorra, se la coloco y salió de su casa con algo de dinero que tenía ahorrado, pues sus abuelos cuando la visitaban le regalaban un poco de dinero. 

Así es como llego al Pueblo, salió a escondidas y corrió lo más que le permitieron sus piernas (tenia tacones bajos) hacía el pueblo. 

Gracias al chal que tenía puesto no se notaba su escote exagerado que su nana le obligaba usar, lo cual agradecía, pues ya había visto a varios señores mirando de manera morbosa a varias señoras. Era repugnante eso, tenía que tener cuidado. Pero eso no le quitaba la emoción de ver los puestos que habían en el festival, ¿qué estaban celebrando? Ni idea, pero estaba maravillada con tanta gente riendo y bailando. No recordaba la última vez que había estado en el Pueblo. 

—¿Fuegos artificiales? 

Escucho la voz de un niño que estaba siendo cargado por su padre. 

—Sí, este festival es especial, por eso van haber fuegos artificiales—explico el señor.

 La castaña abrió los ojos con sorpresa, con ilusión, no recuerda a ver visto fuegos artificiales e incluso no sabía exactamente que eran esas cosas, las había escuchado, pero no recordaba si ya las había visto. 

—Señorita. 

Llamo una anciana tocando el hombro de la morena. 

—¿Eh? ¿Sí?

—No eres de por acá, ¿o sí? —cuestiono la anciana. 

—Claro que soy de aquí—sonrió la chica. 

—Nunca te había visto, seguro tu familia es estricta y no te deja salir—comento la anciana. 

La chica sonrió nerviosa, pues en parte era cierto. 

—Eres muy linda—alago la anciana—¿tienes pareja? 

—¿Qué? 

—Una joven tan linda como usted debe tener novio. 

Las mejillas de la castaña se tornaron de color carmín, estaba nerviosa, era la primera vez que alguien le preguntaba si tenía pareja o que suponían que era linda y que sí o sí, tenía novio. La castaña calmo sus nervios y negó con la cabeza, olvidándose completamente del detalle que estaba comprometida. 

Por Tí || Chimo y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora