T2

315 19 4
                                    

†Capitulo V†

—No recuerdo exactamente que paso después de que saliste de la habitación. Parece que cada vez que lo intento se nubla mi mente, solo recuerdo fugazmente, a ver peleado con él. Le hice heridas graves, pero como vez...

—¿Fue en vano lo que hice ese día?

—No lo fue. Fuiste muy valiente.

—¿Pero no lo ves? Estás muerta, te hizo daño. Yo... yo-yo yo no estuve ahí para salvarte.

—Héctor no era el único que era peligroso, sino también la Nahuala en ese momento. Aún así mostraste tu valentía ante ambos, Chimo eso fue algo realmente asombro en ese momento... Por eso yo...

—Pero estás aquí, en el mundo de los muertos. Moriste minutos antes de que yo muriera, te hizo daño ese idiota ¿Qué no lo ves? Tu hermoso cabello largo, te lo corto, mira como estas ahora.

—¿No te gusta como me veo?

—Eso no importa, sino el hecho de que estés aquí.

TN y Chimo se encontraban hablando en privado en una zona más privada de la cueva de Eva, mientras los demás se conocían, ellos estaban arreglando asuntos pendientes.

—Chimo...

La castaña se sentía mal, se sentía como una estúpida por no a ver sobrevivido aquel día, pero no fue su culpa, ¿O si?

—¿Por qué estás con ellos? ¿No sería mejor que te alejaras y dejaras sus asuntos a un lado de los tuyos? —hablo hostil Chimo.

—Quiero ayudarlos, también porque...

—Sigues siendo ingenua por lo que veo—interrumpió el chico—Creí que con lo que sucedió ese día entenderías que no todos son lo que aparentan, pero sigues confiando ciegamente en gente a la cual no conoces.

¿Todo este tiempo Chimo la odio? Se sentía amenazada, regañada por su forma de ser, se sentía mal. Chimo estaba aprovechando que ya no era nada en ese mundo, ya no era un chica riquilla a la cual tenerle respeto. ¿Está era su verdadera personalidad?
Por otro lado, Chimo estaba preocupado, angustiado por ella. Moira la estaba cazando y no porque este ayudando a Don Aniceto y a las calaveritas de azúcar, sino por ser la aprendiz de la antigua dueña del códice. Pascual le dejo en claro, que quería a la criatura con vida devuelta, pero a quien querían desaparecer, desvanecer su existencia; era la aprendíz de la antigua guardiana del códice y mentira si dijera que no lo iba hacer, pero las cosas cambiaron, al ver de quién se trata.

Aniceto, Moribunda, Finado, Eva y la criatura ya se encontraban dormidos al igual que Chimo. La única que aún estaba despierta sin poder conciliar el sueño era TN, tenía miedo, se sentía observada, sentía escalofríos por alguna extraña razón. No sabía que pensar de Chimo, se estaba comportando grosero con ella, no era nada igual a su yo vivo, eso no le gustaba.

.
.
.

★†★†★

¿Celosa? Tal vez, pero no tendría porque ponerse así, después de todo ella nunca fue,ni ha sido y ni será algo de Chimo. A parte, Eva es un buen partido para él. Es bonita y muy amable también. No se sorprendería si Chimo se enamorara de ella.

Por Tí || Chimo y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora