PORSCHE

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A lo largo del tiempo me he dado cuenta de que existen tres tipos de personas en este mundo, las que hacen lo que desean sin consecuencias, las que tienen que enfrentarlas si o si (aún si no es su culpa) y las que pueden llegar a ser ambas dependiendo de la situación. Y yo estoy obviamente en el extremo mas vulnerable, soy quien enfrentara las consecuencias, como ahora mismo.

— Te has dado cuenta de lo que ocasionaste? – regaño la mujer mayor, mientras en mí solo podía suprimir mis emociones tuve que expresar una falsa emoción de arrepentimiento.

¿Cómo puede ser ella la madre de Pete? ¿Cómo pueden ser tan diferentes?

Ella me dijo hace unos momentos que debía asumir la responsabilidad del pequeño frasco, porque era mi deber proteger la reputación y honor de mi superior, de la persona a quien sirvo. Pero ¿Es realmente así? ¿Pete estará de acuerdo? ¿Él sabe de esto?

— Lamento todo lo ocasionado, no pensé en las consecuencias y actúe irresponsablemente – mordí mi labio inferior tratando de ignorar mi realidad.

Justo ahora desearía que cerraran mi boca a la fuerza como miles de veces hicieron antes, como lo hizo un duque, un rey, reina, un sirviente superior a mí, como siempre lo hace mi tío. Siento como poco a poco la vergüenza inunda mi pecho, como si tuviera derecho.

— Reina Ruth, si me disculpa me gustaría hablar con… - su voz vacilo un poco, en eso yo levante solo un poco mi vista que antes estaba clavada en el suelo, viendo únicamente a mis zapatos ya gastados — Porsche... ¿Cierto?

— Sí, su Majestad Imperial - dije con lo que me quedaba de voz.

— ¡Pero su Majestad Imperial! – titubeo a gritos la vieja tratando de detenerlo, pero él solo la miro con un rostro molesto, entonces ella solo cerró su boca y adquirió una expresión de enojo.

Le dio una mirada hacia la puerta — ¿No se irá, o espera qué la acompañe? - la mujer mordió sus labios, se fue a pasos enfadados y cerró la puerta con cuidado por respeto al Emperador, al menos eso creo.

— Ugh, lo lamento, eso fue un poco intenso.

— Uh? - dije aturdido.

¿A qué se refiere? ¿Porqué cambia su actitud ahora? ¿Tiene bipolaridad? Extraño a Tay, el sí sabría que hacer en estos momentos.

Me miró y se dio media vuelta para tomar un trago de alguna clase de alcohol caro — Está bien, sé que no fuiste tú el responsable.

— ¿Sí?

— Si.

— Está bien.

Decidí quedarme callado, ¿Qué tal si es una trampa? ¿Y si intenta engañarme y luego atacarme de cualquier forma? No puedo permitir eso...

— ¿Solo dirás eso? - dijo en cuanto estuvo frente a mí, con un vaso de licor en su mano derecha.

— ¿Qué más podría decir?

— No lo sé, tal vez ¿Porqué Pete trato de hechizarme? - bebió del vaso mientras me miraba.

— ¿Porqué sabría eso, su Majestad Imperial? - dije tranquilo.

Entrecerró sus ojos y parecía que su mirada se afilaba — Por que recientemente eres su sirviente más cercano...?

— ¿Es eso una pregunta o una afirmación?

— Sigues respondiéndome con una pregunta.

Simplemente asentí y me relaje un poco. No parece quererme tender una trampa, bien, supongo que eso es bueno.

— ¿Porqué no le pregunta a quien le dijo sobre el frasco? - trate de ayudarlo un poco, solo es un poco de solidaridad.

Su mirada se desvió y frunció sus labios — No creo que él quiera que le pida ayuda otra vez... - respondió mientras apretaba la mandíbula.

— Mhm - decidí no entrometerme más.

Por otro lado, el Emperador parecía pensar en algo, al parecer trata de saber que hacer a continuación, casi puedo ver el humo salir de su cabeza, y yo tengo que aguantar la risa ante ese pensamiento. Entonces, como si pudiera leer mi mente, él dirige su mirada hacia mi de la nada.

¿Qué demonios?

Empezó a mirarme de arriba a abajo analizándome, y otra vez, parecía pensar en algo que para mi es secreto por ahora.

— Porsche - susurró — Dime, ¿No vivías con un tío tuyo? - preguntó, con una repentina voz ronca.

— ¿Disculpe? - lo mire incrédulo.

¿Cómo es que sabe de mi situación? Normalmente creería que quienes saben de esto son solo los contratistas, además de que siempre supuse que el Emperador solo diría “Si, háganlo ustedes” no creí que realmente supiera de la situación de cada sirviente. Esta bien, lo admito, eso es algo un poco digno de admirar.

— ¿No quieres librarte de él más rápido? - propuso.

— ¿Más rápido? - dudé, ya me han hecho esto antes, luego simplemente me estafan. Pero esta vez es el Emperador quien me lo propone, ¿En serio debería desconfiar?

— Supongo que ya sabes que puedo hacerlo si lo deseo, solo necesito que hagas algo por mí.

Apreté un poco mis labios en desconfianza.

— ¿Qué debería hacer?

— Mhm, solo algo pequeño - se acercó más a mí hasta quedar frente a frente — Porsche, necesito que vigiles a Pete - dijo mirándome fijamente a los ojos.

¿Vigilar? ¿Pete?

Pase saliva y me quedé callado un segundo — De lo contrario tendré que... - frunció su ceño un momento — Advertirte qué tal vez, un dinero desaparecerá desafortunadamente.

¿Dinero? ¿Se refiere a mis ahorros de años? ¿Los cuales nadie más que yo sé dónde están? Aah, olvide que es el Emperador, puede hacer lo que quiera, ¿no? Aún así, creo que eso fue un poco bajo de parte del Emperador.

— ¿Eso no es considerado traición? - dije luego de un breve silencio.

— No pienses demasiado, Porsche - simplificó.

¿Mi libertad o Pete? Odio mucho tener que elegir, es un dilema ahora mismo, por que aprendí a encariñarme con Pete, pero en serio anhelo con cada fibra de mi ser mi libertad. Pero, si Pete no hace nada malo, entonces no le harían nada, ¿No?, no sería tan malo entonces, ¿verdad?

Pete, lamento mucho lo que haré a continuación, pero sé que entenderías mis razones, lo mucho que deseo quitarme de encima a ese imbécil de mi tío y poder vivir una feliz vida por fin.

— Está bien - dije con una voz un tanto audible.

— Está bien - me tendió su mano, para terminar el trato supongo.

— Está bien - le dí mi mano aceptando, y de alguna forma, sentí seguridad.

« Cuestionables »   [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora