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Tengo ganas de fumar

"El amor del Emperador"

Que nombre más cliché, y cursi. De todas formas ya estoy en esto, frente a frente con este tipo guapo, alto y supuestamente despiadado. Aunque no es mi tipo en realidad, ¿Qué estoy pensando?, sea o no mi tipo aún me pone nervioso su postura, aura y mirada, es increíble su rostro rígido. Es más alto que yo y lleva una vestimenta uniformada, como la de un comandante. Además, en estos momentos es tarde, casi noche, creo que por eso se ve aún más intimidante. Incluso el clima lo ayuda.

— Entonces, ¿Cómo estuvo el viaje? - preguntó su padre mirándome. Mis labios tiemblan primero, no estoy seguro de que decir... "¿Fue muy bueno?" Pero en este lugar hablan distinto, su hablar en más formal.

Diablos, si hablara como normalmente lo hago seguro me tacharían de vulgar.

— Muy placentero mi señor, los paisajes fueron lo primero que llamaron nuestra atención, por cierto...- para cuando me doy cuenta mi madre ya había respondido. Dios, ¡Gracias! Estoy seguro de que lo hubiera arruinado si yo respondía.

Apenas llegamos de un largo viaje y ya nos reciben con preguntas en cuanto bajamos de el carruaje, que por cierto, se sintió increíblemente muy cómodo, ¿Cómo los harán?

— Mhm, Príncipe, ¿Porqué tan callado? Hace unas semanas eras el más emocionado con esto, y ahora solo guardas silencio - dé repente hablo aquel Emperador.

Esto pasaba en la historia original...?

— Oh... amm... Solo decidí que no debería ser tan emocional...? - dudé de mi respuesta, pero, ¿Qué debía responder? Ni siquiera recuerdo bien como era la historia.

Espera... ¿Cuál era el nombre del Emperador?

Bueno no importa por ahora, ¿verdad?

Su mirada se afiló un poco, parece no estar convencido con mi respuesta.

— Parece que usted cambia de opinión rápido, eso no será un problema, ¿verdad? - y ahí está la lengua afilada tan conocida de él.

— Por supuesto que no, creo sin embargo que será talvez un beneficio en el futuro - Wow ¿De donde salió eso? Mierda, yo y mi costumbre de hablar primero y luego pensar. Aún así, ¿Acaso es mentira lo que dije? Él conocerá al protagonista y se divorciara de mí. ¡Te estoy ayudando!

— Oh em, su Majestad Imperial, tuvimos un viaje tan largo que estamos realmente cansados. Deseamos descansar... - ¿De qué habla? En lo único en lo que estoy concentrado ahora es en no perder esta extraña batalla de miradas con el Emperador.

Y entonces me veo prácticamente arrastrado por mi madre hacia quien sabe dónde, según ella para descansar y desempacar mis cosas.

Durante esta supuesta caminata hacia mi habitación me di tiempo para observar el palacio imperial, fue increíblemente sorprendente, solo la entrada es tres veces más grande que mi baño... y ni hablar de la altura de este lugar, creo que sería de unos diez metros...? Talvez. 

Siguió arrastrándome hasta que llegamos a una habitación, soltó su fuerte agarre, cerró la puerta y se acercó a mí.

— ¿Qué fue eso? - su rostro estaba contraído y esperando una respuesta.

— Nada, yo so-

Una dura cachetada golpeó mi mejilla izquierda, me dejó atónito.

¿Qué mierda?

Duele, duele mucho y arde, como fuego quemante en mi piel. Mi mano soba mi dolor tratando de bajar aquella hinchazón que amenaza en aparecer.

La mujer frente a mí desvía la mirada y sacude su mano — Dios, ¿Porqué me obligas a hacer esto? - me miró de arriba a abajo e hizo una mueca. Ni siquiera puedo decirle nada de lo que siento, estoy aturdido.