« Cuestionables » [VegasPete]

Vegas

La oscuridad de mis sueños fue algo que tuve que aprender a tolerar en mi niñez, como las sombras y la fija mirada de mi padre viéndome en cada momento, sin parar de verme estaban presentes en la mayoría de estos. Padre dijo que era debilidad, que si seguía con lo mismo era obvio que no merecía su orgullo y mucho menos su puesto, que siendo Macao aún bebé sería mejor opción. No lo culpe en lo último, Macao siempre ha sido mejor que yo de muchas formas, el merece muchas cosas, el que no lo merece es mi padre.

El cuerpo a lado mío se movió con suavidad, pero lo suficiente para despertarme. La mañana había llegado, de nuevo.

- ¿Por qué sigues aquí? - dije con voz ronca y seca, aun adormilado.

- ¿Mhnm?

- ¿Por qué sigues en mi cama? - exigí esta vez.

Sé perfectamente que jamás permitiría a uno de mis encuentros quedarse en mi habitación a dormir, así que, ¿Qué hace este omega? ¿De verdad cree tener una oportunidad? De solo pensarlo una carcajada lucha por salir de mi garganta, pero la reprimo, no quiero insultarlo y que comience un escandalo a estas horas de la mañana.

- Oh... Ayer pensé, que tal vez seria divertido despertarnos juntos, seguir con esto y luego... - la mano que escalaba por mi pecho desnudo hasta detenerse en mi cuello - ¿Quién sabe? Quizás nos gustemos más de lo que creemos - su sonrisa interesada me fastidio.

Y aunque pude evitar mi risa, no pude retener el sonido gutural molesto.

- Lo dije, ¿no?, no me relaciono con nadie.

- Tal vez era así, pero-

- ¿Era? Vete de mi habitación ahora, no quiero tener que llamar a los guardias - amenacé.

Su rostro se desfiguró y ya no me mostro interés y sumisión, sino, insulto y ofensa.

- ¿Qué esperas? - apresure mientras me levante de la cama.

Lo siguiente que escuche fue unos murmullos, la puerta cerrarse con fuerza y silencio, el vacío, solo yo quedaba ahora. Para tranquilizarme quise tomar un baño, entonces el agua de la bañera me distrajo del escandalo de afuera, los guardias probablemente tuvieron una discusión con el omega, no era la primera vez, no me sorprendía tampoco.

- ¡Su Alteza Real! ¡Su Alteza Real Vegas! - La voz de Simon resonó por todo el baño.

- Simon, ¿Qué sucede? - le pregunte con los ojos aun cerrados y mi cuerpo en descanso.

- Alteza Vegas, acaban de informarme que el Prometido de su Majestad Imperial, su Alteza Pete ha regresado por un tiempo a su tierra, el reino Li Wang del-

Un segundo... ¿Qué acabas de decir? ¿Pete en su reino devuelta? Después de toda la travesía para la poción, ¿Volver a su palacio? ¿No se supone que debería estar enamorando a Kinn? Algo debe estar pasando, algo malo, algo que me afectara, y lo peor de todo es que no sé cómo.

Me pare de la ducha, el agua hizo un estruendo, pero Simon había dejado de hablar.

¿Por qué diablos te detienes?

- ¿Qué dijiste? - dije mientras reprimía el desesperado enojo subiendo a mi cabeza.

- Pete se fue, Alteza Real... - tartamudeó nervioso, como un cordero que estaba a punto de ser comido por el lobo, bueno, no esta tan lejos de la realidad.

- ¿Y sabes por qué? - trate de controlar mi temperamento, pero quizás mi tono no colaboro.

- Y-yo n-no su Al-Alteza Re-Real.

Al parecer el cordero esta mas nervioso de lo que desearía, ¿Qué tan malo seria tomarlo del cuello ahora?

- ¡You must be kidding me! - grite frustrado.

Un error.

Un error de Pete, ¿Y ahora estoy apunto de entrar a la cuerda floja? Debí saberlo antes, como la obediencia y entrega brotaba de el naturalmente ante Kinn. Maldita sea, ¿Tu amor no lo soporto? ó ¿Te descubrieron?

- Averigualo para dentro de una hora -

- ¿U-una hora?

- ¿Quieres que te corte la lengua o iras a encontrar lo que quiero? - amenacé apuntándole con un dedo.

- Sí Alteza Real.