« Cuestionables » [VegasPete]

La próxima vez

- ¿Dónde demo-?

La puerta cerrándose con brusquedad resonó por toda la habitación como un anuncio de mi reprenda. Kinn parecía tenso, pasó su mano por su cabellera negra, luego un grito frustrado salió de sorpresa. ¿Qué le sucede? Sin darme total cuenta, mis manos comienzan a sudar. Esta es una escena que ya vi antes, puedo imaginar cómo va a terminar, entonces, ¿Por qué vuelvo a sentirme igual que antes? Tan rígido.

- ¿Hice algo mal? Su Majestad - salió una voz débil, aún sin quererlo. Debieron decirle algo, ¿talvez lo de Vegas?

No dijo nada, dio una respiración profunda y camino hasta estar frente al gran ventanal, podía ver todo, de todos modos, solo fue para no mirarme a la cara.

- ¿Sabes porqué te acepté como mi compañero? - dio un suave giró de cabeza.

Titubeé. Mis ojos se desviaron y mis palabras se quedaron en mi garganta, como si supieran que no importaba si las decía, de todas formas ni valdrían nada.

- ¿Alianza de comercio? - dije luego de unos segundos. No dijo nada, otra ves, mientras que en el ambiente seguía creciendo una extraña rigidez.

"Lo que se comienza se acaba"...

Ya lo hice, si me descubrieron debo dar la cara, es lo que Prem me hubiera dicho.

Kinn dio una fuerte risa sarcástica, se burlaba de mí, incluso había bajado un poco la cabeza. Dio una media vuelta, ahora estaba mirándome, con ojos vacíos como si no hubiera mucha emoción en ellos, sus labios torcidos demostrando su disgusto y ni siquiera podría señalar la forma de sus cejas o frente.

Una fuerte lluvia había empezado afuera.

- La ignorancia debe ser algo bastante regular en tu reino, ¿verdad Pete? - dio ligeros pero firmes pasos hacia mí.

Es aquí donde yo sé que está apunto de ridiculizarme.

- ¿Eh? - pase mi mano por mi cuello, tratando de calmarme.

Cuando estuvo frente a mí colocó sus dedos en mi barbilla, y empezó a apretar de poco a poco.

- ¿Cómo sacaste la estúpida idea de que necesito alianzas para algo como mi economía? - dijo agitando con rudeza mi mandíbula, moviendo de un lado al otro mi rostro.

- Pero-

- ¿No sabes que MI reino está pasando por uno de los puntos más altos de su economía? Siquiera pensar en una inestabilidad sería estúpido - ahora su dedos aparentaban con fuerza mis mejillas, como si quisieran hacer agujeros en ellas.

Me quedé en silencio.

¿Porqué Annie diría eso entonces? Ella sería incapaz de mentirme... Pero Kinn dice lo contrario.

Se acercó lentamente a mi oído, y respiro con fuerza de nuevo.

- Te escogí porque en tu puto reino está mi hermano - susurró. Mi respiración se detuvo por un momento.

¿Hermano? ¿No escuché bien? ¿Por que el hermano estaría aislado de los demás? Su padre no permitiría algo como eso, ¿Qué tan grave debe de ser la situación que el...? Espera, ¿Ese chico esta en mi reino? Tal como el que menciono Vegas...

- H-hermano? - parecía irreal lo que decía, ¿De donde tendría él un hermano el cual nadie me haya mencionado? Es como si fuera el secreto más recóndito de esta familia y el hecho que yo lo sepa me hace sentir un escalofrío recorrer mi columna vertebral hasta mi cerebro. Estoy anonadado.

Hubo un silencio agonizante en la sala. Mientras que Kinn me miraba con ojos afilados, como si pudiera ver a través de mí, mis pecados y debilidades, y aunque no miré directamente sus manos podía oír aún el ansioso y constante tic en su puño izquierdo, como no dejaba de apretarse e incluso ahora sus nudillos estaban tan blancos como mi mente en esta situación. Mis ojos parpadearon ilusos, pero el dejó de tensarse, como si todo hubiera sido una faceta, lo cual supe que solo se había transformado en otra cosa, ya no la suprimiría, ahora me la haría llegar. Con rapidez y agileza movió su mano hacia me cuello, en cuanto sus dedos tocaron mi cuello, mi piel empezaba erizarse, no tuve tiempo de procesarlo cuando ahora se encontraba apretando y empujando me a la vez, hacia la pared.