𝐒𝐋𝐔𝐓! || ❝ what it all i need is you? ❞
El mundo de 𝚂erena 𝙻ovegood ha quedado patas para arriba. Y no es para menos cuando, al romper en buenos términos con su novio 𝙲edric 𝙳iggory, rumores se desprenden de Hufflepuff como fuego griego; pl...
La fiesta de Halloween secreta de los chicos de Slytherin podría decirse que era mi momento menos favorito del año.
No en sí porque me aburriera. De algún modo u otro, siempre conseguía entretenerme con algo en un periodo de tiempo.
Eran tediosas. El alcohol abundaba y los disfraces no era disfraces: eran pequeños retazo de telas que cumplían la penosa labor de tapar ciertas partes privadas de las chicas; algo sexy, había dicho Theo la otra vez. Con los chicos no difería demasiado; sus atuendos consistían en prensas que dejaran ver sus músculos y como se tensaban sus venas al contraer los brazos. Definitivamente, no mi lugar.
Los invitados eran contados y les llegaban invitaciones previas. Los "invitados oficiales" eran pocos, y estos podían llevar a una sola persona de acompañantes, limitando así a las personas que podían asistir.
Las encargadas de repartir estas "invitaciones oficiales" era el trío femenino más poderoso de Slytherin: Pansy Parkinson, y Astoria y Daphne Greengrass. Pura imagen y pocas verdades, pero debías caerles bien para conseguirte su afecto, que ya era complicado de ganar.
Por supuesto, yo nunca tuve mucha intención de ir a ninguna.
—Gli hai leccato i piedi, fratello? —Theo vino a paso rápido hacia la mesa de Slytherin del Gran Comedor, lanzando un sobre de papel verde antes de llegar. Atrás de él, se apresuraron corriendo Zaza, Draco y Mattheo.— Este año la conseguiste, felicidades.
Miré el sospechoso sobre de color verde oscuro, y me apuré en terminar de comer.
—¿Qué es esto? —Dije asustado, aún sabiendo perfectamente se que se trataba.
Theo puso los ojos en blanco.
—Las invitaciones especiales. Es tu primer año. —Subió una ceja.— Ahora necesito más acción: ¿Qué hiciste para ganarla? Daphne siempre termina pidiendo un favor o dos...
Lo frené en seco, tembloroso.
—Primero, no hice nada. Sabes que odio esas estúpidas fiestas. Y segundo, ¿piensas que iré?
