Broly x Cobra Kai

Capítulo 23: Punto de partido.

Los personajes aquí nombrados no son de mi autoría. Créditos a sus respectivos autores. Yo sólo soy un fan, que escribe esta historia para entretener a otros fanáticos.

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En una vieja casa oriental, dos niños estaban luchando, o más bien, entrenando.

Uno de ellos, quien tenía el cabello de un curioso color verde, dio una patada alta al chico de cabello negro, el cual recibió el golpe y cayó de pompas al suelo.

—¡Auch! —se quejó el niño, adolorido.

—¿Estás bien? —preguntó el peli~verde teniéndole la mano al otro niño en el suelo.

—Claro... Eres muy fuerte... Demiyari...

Broly sonrió mientras el chico de ojos rojizos también lo hizo.

Luego, el anciano Son Gohan llegó al lugar.

—Aún te falta algo de entrenamiento, pequeño Broly —dijo Gohan.

—Si, abuelito —respondió Broly felizmente.

Un rato después, los tres estaban internados en el bosque, buscando lo que según el abuelo, sería la cena de esa noche.

Sin saberlo, los niños estaban siendo acechados por una bestia salvaje. Una bestia que no dudaría en presentarse frente a los tres.

Se trataba de un gran oso de pelaje oscuro. La bestia rugió, espantando a los pequeños y alarmando a Gohan.

—Tranquilos, niños... Sólo hay que retroceder muy lentamente —susurró Gohan, lo suficientemente alto como para que sus nietos lo escucharan.

Y así, lentamente los tres fueron hacia atrás, hasta que Demiyari se tropezó con una rama y el sonido de la caída sobre las hojas secas, alteraron a la gran bestia frente a ellos.

Ya esperando lo peor, Son Gohan toma a sus dos nietos y los carga juntos para llevarlos de allí, pero el oso fue más astuto y en cuanto el anciano quiso correr, dio un manotazo hacia la pierna de Gohan, haciéndolo caer.

Cuando volteó su mirada, el viejo de bigotes y barba algo poblada notó que Demiyari estaba llorando, mientras la bestia salvaje iba hacia él.

En ese momento, y sin explicar cómo, Broly saltó a espaldas del oso y lo tomó del hocico, echándose hacia atrás y logrando la gran hazaña de hacer retroceder al oso con él.

La gran bestia se echó a un lado, haciendo que Broly cayera.

Cuando el animal se alzó nuevamente, era obvio que iría por quien lo atacó.

—¡Broly, corre! —exclamó el viejo.

Pero su nieto era terco desde pequeño. Se quedó frente a la bestia y en vez de llorar o temer por su vida, plantó sus pies en el suelo y su mirada estaba clavada en los ojos oscuros del peludo salvaje.

La bestia se abalanzó para atacar, pero con reflejos impresionantes, Broly esquivó los ataques, tomó una piedra y con toda la fuerza que ningún niño puede tener, estampó el objeto hacia el hocico del animal.

Con esto no bastó, pues luego tomó algo de distancia y, aprovechando que estaban cerca de una barranca, Broly fue hacia la bestia y la empujó al vacío.

Tras ese acontecimiento, todos permanecieron en silencio.

Demiyari se limpió sus lágrimas, sin dejar de mirar enfrente, mientras que Son Gohan no podía abrir más grande sus ojos de tanta impresión.

El pequeño y poco experimentado niño, había peleado contra uno de los más peligrosos animales del bosque. Y lo más increíble, es que sobrevivió y lo venció.