Capítulo 28: Retomando el control.

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Los personajes aquí nombrados no son de mi autoría. Créditos a sus respectivos autores. Yo sólo soy un fan, que escribe esta historia para entretener a otros fanáticos.

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En el hospital, Raymond despertaba luego de la dura paliza que Silver le había propinado.

Tan pronto su consciencia volvió, los doctores llamaron a los policías que le harían preguntas al sujeto de la barba atajada.

(...)

Momentos antes de que Demiyari enfrentara a Anthony, éste fue a ver a su compañero, Kenny.

El mismo estaba colocándose algunas bolsas de hielo en los lugares que más le dolían.

—Parece que te patearon el trasero —bromeó Demiyari.

Kenny sólo sonrió y aceptó eso. —LaRusso ha entrenado bien.

—Ahora yo deberé encargarme de ganar esta mierda para que Cobra Kai siga existiendo —volvió a bromear el peli~verde.

Ambos rieron por esto. Los segundos pasaron y el silencio se volvió sepulcral. Hasta que el joven Payne volvió a hablar.

—¿Sabes? Ahora entiendo lo que sientes. O al menos, de cierta manera... Me siento enojado por aquella vez que golpeé accidentalmente a Anthony y él no me devolvió el golpe. Pensé que estaba pasándome lo mismo que pasó contigo. Mi rival tenía piedad, tenía compasión..
y se contenía contra mí. Pero ahora, con lo que LaRusso me enseñó, estoy en paz.

Demiyari sonrió.

—Pues me alegro mucho que hayas tenido la oportunidad. No por eso dejarás de entrenar —comentó el ojos rojizos, golpeando el hombro de su compañero con un leve toque de su puño.

Kenny comenzó a reír. —Claro que no. Este apenas es... Mi punto de partida.

Demiyari aceptó eso y se levantó con ánimos para ir a ver los combates.

Pero, justo en ese momento, Silver y Kreese ingresan al lugar.

El chico se melenas verdosas iba de salida, pero sintió curiosidad por lo que terminó quedándose y escuchando la conversación de ambos maestros con Kenny.

Desde un inicio lo despreciaron por ser más débil que ese chico.

Y lo peor es que Kenny no podía hacer o decir nada. Estaba indefenso ante los ataques de sus dos maestros.

Demiyari recordó la razón por la que Kenny entrenaba.

Él ya no quería ser molestado. Ya no quería que los abusadores de la escuela lo golpearan o se burlaran de él.

Pero ahora, sus propios senseis lo hacían.

¿Cómo se suponía que el pequeño Payne lidie con eso?

Demiyari sintió frustración, y comenzó a divagar.

Quizás si Anthony mostraba todas sus cualidades aquel día, Kenny podría haber entrenado más duro para vencerlo.

Y si Anthony hizo eso, era por la influencia de Broly.

Más rabia se sumaba a la mente del peli~verde. Volviéndolo una bomba de tiempo que podría acabar con cualquiera que estuviera frente a él.

Cuando los sensei salieron de la habitación, Demiyari volvió a entrar, sólo para encontrar a su pequeño compañero y aprendiz, llorando mientras sostenía su chaleco de Cobra Kai con fuerza.

Demiyari se juró a sí mismo el vengar a Kenny.

(...)

Tras la dura derrota de Anthony, Broly se llenó de ira.

Broly x Cobra KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora