Capítulo 33: Jugar con fuego.

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Los personajes aquí nombrados no son de mi autoría. Créditos a sus respectivos autores. Yo sólo soy un fan, que escribe esta historia para entretener a otros fanáticos.

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Tras un juego de Golf, Anoush y Loui se quejaban por haber perdido, y es que, Chozen, era un gran jugador.

Al parecer, el grupo estaba festejando un bello día.

—Yo invito la primera ronda —dijo Daniel, yendo hacia la barra, dejando a sus tres acompañantes atrás.

—¿Cómo los consigues? —preguntó una voz conocida para Daniel.

Cuando éste volteó, se encontró con Silver, frente a frente.

—Ahora dejan unirse a cualquiera —dijo Daniel al ver en el club al maestro de Cobra Kai—. Por cierto, ¿cómo va tu búsqueda de maestros de karate? Supe que tuviste un pequeño tropiezo.

—No fue nada inteligente sabotear mi dojo.

—Miyagi-Do nunca se echará atrás. No después de esa victoria falsa y sucia.

En eso, Chozen llega al lugar y se pone al lado de Daniel.

La discusión entre los tres llega a un punto no tan escandaloso, pero si tenso. Silver quería que Daniel se alejara del karate, pero éste estaba determinado a hundir Cobra Kai.

Luego de su pequeña charla, Silver se retira.

(...)

En el apartamento de los Díaz, estos disfrutaban del desayuno, mientras Johnny se quejaba por lo que le hicieron en la playa, pues algunos vándalos pintaron su auto.

El desayuno fue preparado por Miguel, y a decir verdad, parecía delicioso, pero Carmen tuvo otra reacción, totalmente distinta a la de Robby, que disfrutó del desayuno.

La mujer fue corriendo hacia el baño, donde vomitó todo lo que ingirió.

(...)

En la casa de los LaRusso, Sam estaba tomando una bebida y comiendo sándwiches.

Anthony llega al lugar y pregunta por esos sándwiches a lo que Sam responde que se los comió todos.

Esto hace llorar cómicamente al joven LaRusso, quien estaba guardándose eso para disfrutar de una maratón ese día.

El chico se sienta a un lado de su hermana, mirando frente a él, la chimenea que estaba apagada.

—¿Y qué tal van las cosas con Broly? —preguntó Anthony.

Esto casi hace escupir toda la bebida a la muchacha, pues recordó los momentos en los que estuvo con el chico.

—Oh... Bien... Bien... Ahora mismo está en su apartamento y yo aquí, distanciada... lejos de él... Para nada estoy cerca, ni debajo...

Las palabras de la muchacha desconcertaban a su hermano, quien hacia caras extrañas.

—¿De qué hablas?

—Oh... Nada... Yo... Estamos bien... Tendremos una cita después, en un lugar lleno de gente. No vamos a estar solos, ni...

Otro gesto de confusión se presentó en el rostro de su hermano, quien no entendía nada.

—¿De qué estás hablando, Sam?

—Nada, nada —dijo la chica, sonrojada a más no poder, levantándose del lugar donde estaba y caminando hacia su habitación.

Ya estando a solas, Anthony notó que su hermana dejó su bebida. Se encogió de hombros, tomó la botella con sorbete y comenzó a beber.

(...)

Broly x Cobra KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora