Capítulo 18: Lecciones.

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Los personajes aquí nombrados no son de mi autoría. Créditos a sus respectivos autores. Yo sólo soy un fan, que escribe esta historia para entretener a otros fanáticos.

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Las fiestas de Navidad y Año Nuevo se acercaban y, en el Valle, había llegado una antigua amiga de Daniel y Johnny.

Ali Mills volvía. Esta vez, a pasar las fiestas con su madre.

(...)

El día llegó. La noche se había terminado.

Y hablando de día... La señora Díaz se encontraba acurrucada en la cama, junto a Johnny.

Ambos despertaron luego de su loca noche de adultos.

La mujer quería saber qué relación tenían ambos, a lo que Johnny fue honesto en decir que no quería arruinar las cosas con Miguel, aunque ella lo descontrolaba.

Al final, ella tenía que levantarse, pues tenía que ir a trabajar.

Mientras que Johnny, por su parte, pensaría en qué hacer con Carmen, pues a decir verdad, ella le gustaba.

El hombre también se levantó de la cama y abandonó la somnolencia. Se preparó un desayuno y revisó su Facebook. Su sorpresa fue mayúscula al notar un mensaje de Ali en su buzón. Peor aún, la mujer decía estar en el Valle, cosa que alteró un poco a Johnny, pues lo tomó desprevenido.

Ali solicitaba verse en el transcurso en el que estaba de visita, cosa que Johnny aceptó.

(...)

En Miyagi-Do, Miguel, Sam y Robby estaban en el dojo.

—¿Él fue el que fundó el Miyagi-Do? —preguntó Miguel.

—No.

—Él es el señor Miyagi.

Robby y Sam respondieron la duda del ecuatoriano.

Robby miró a Sam, quien sintió la vista sobre ella y le devolvió la mirada.

—¿Crees que él venga? Luego de tantos días sin responder mensajes, no creo que hoy sea la excepción —dijo el chico.

Miguel suspiró. —Volví a cometer un error.

—Si, y esta vez lo hiciste Miguel. Mejor dicho, ambos lo hicieron.

Sam intentó decir algo, pero sabía que sería en vano. Estuvo a punto de besar a Miguel y Broly los vio.

—No sé qué podría decirle. Ni siquiera sé si podré mirarle a los ojos. Soy una idiota... Yo, lo siento mucho Miguel...

—Está bien... Supongo que también es mi culpa, como dice Robby.

Ambos chicos bajaron su mirada al suelo.

Robby meneó la cabeza de un lado a otro. Estaba decepcionado. Broly era su mejor amigo, sabía que eso fue un golpe muy bajo, pero también temía lo que éste podría hacer. Normalmente cuando el chico caía, volvía a la cima muy rápido. Esta vez podría ser peor. Una caída emocional, es peor que una física, por lo tanto, la subida podría ser algo que sólo Broly podría imaginar.

En ese momento, Daniel llega al dojo, encontrándose con su ex alumno, su hija y Miguel.

—Bien... ¿Hicieron una fiesta y no me invitaron? —preguntó de manera graciosa.

Rápidamente Robby saludó a su antiguo maestro. Se notaba en su mirada lo mucho que lo respetaba y el señor LaRusso parecía notarlo y agradeció eso. Por otro lado estaba Miguel, el cual se lo notaba algo nervioso, aunque también saludó.

Broly x Cobra KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora