«Desde cuando habían crecido tanto» Una Freytt de 18 años miraba a las chicas con las que había vívido una buena parte de su vida, sentadas en el sofá de la sala, Sofia leyendo un libro y Leonor a su lado escuchando, aunque a veces, su mirada se le desviaba a la mayor de edad. Freytt recordó esa misma escena que había sucedido hace años, cuando eran unas niñas, ahora se repetía pero la diferencia, era que ya no eran más niñas.
Freytt había sido aceptada en la familia omo una hija más, no le dieron los apellido pero lo era.
Freytt miraba con nostalgia de reojo a las niñas mientras recordaba a Leonor sonriendo de pequeña ante las cámaras.
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Dejó de pensar y se concentro en ver la televisión frente a ella.
....
Más tarde se encontraban jugando las tres en el patio.
Jamás me casaría contigo, Freytt, estás loca—le respondió la princesa de Asturias riendo juguetonamente a su comentario anterior.
—Bueno, si no eres tu, es tu hermana, pero de que me quedo en la familia, me quedo.—dijo Freytt haciéndolas reír a ambas.
Pronto vieron a su padre acercarse
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—¿Qué hacen mis niñas?
—Jugando con esto, suegro—Freytt señaló el balón y al instante se dio cuenta de lo que había dicho—Y también con eso, que me casaría con alguna de sus hijas—dijo rápidamente.
Felipe le da una cálida sonrisa y se da la vuelta para irse—Pues sigan jugando.
Narra la reina Leticia
—¿Entonces por eso no le diste el apellido? Que listo eres cariño—le sonreí mirándolo sobre mi hombro, en el balcón,Felipe se acercó a mí.
—¿A que te refieres?—me preguntó confundido y yo apunté a las chicas desde arriba.
—Freytt y Leonor, ¿sabes que es perfecta para ella, no es cierto? Yo también lo creo.
—Lo es, pero aún no convencido.
—Se aman—le dije mientras veía correr a leonor atrás de Freytt porque le había quitado la pelota.—Las vi, esa noche en los pasillos mientras daba una de mis caminatas nocturnas por el palacio.
—¿Qué viste?—preguntó curioso al verme tan misteriosa.
—Se juraban amor eterno en ese pasillo cerca de la habitación de Leonor mientras se besaban, la has perdido, a tu hija—le dije de una vez, recordando lo torpes que habían sido al besarse en el mismo pasillo que llevaba a nuestra habitación.
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—Lo sé—el suspiró cuando vio a Leonor tumbar a Freytt en el pasto y subirse a horcajadas suyo para seguir intentando quitarle la pelota.—Pero esto ya pasaría, ambas se casarán algún día, Leonor apenas tiene 16, se casará con Freytt que le lleva dos años más cuando cumpla los 18, si es que pare entonces se siguen queriendo igual.
—Tienes razón.—acaricié su brazo con cariño—Pero todavía no te angusties con Sofia, apenas tiene 14.
—Eso no significa que no se pueda enamorar, seguro que Leonor está enamorada de Freytt desde que llegó aquí, cuando eran unas pequeñas niñas.
—Sólo espero que sean felices.
Ambos reyes rieron al ver a Sofia echarle agua de la manguera del jardín al ver a Freytt y Leonor aún en el pasto, pero ahora, besándose.
—Ya ni respeto tienen.—mi esposo bufó y tomé su mano para guiarlo dentro.
Cuando el tiempo pasó, entonces la boda de la niña que había criado como mi hija se casaría con su prometida, mi hija mayor.
