Bryane miró con un sonrisa maliciosa a Leonor que se dejó ver junto a su hermana. Mientras, Felipe y su esposa recibían a la familia de la británica, sin ser consientes de lo que pasaba a sus espaldas.
La princesa de Asturias al sentir la mirada traviesa de la más alta y de más edad, volteó la cara tratando de disimular lo avergonzada, pero a la vez emocionada de tener a su compañera de pasión inolvidable enfrente. Luciendo increíble e imponente.
—Adelante, pasen—Felipe los guió al interior del palacio con una sonrisa cálida—hijas, ¿porque no le muestran sus habitaciones a los príncipes de Gales? Mientras esta lista la cena.
Ambas asintieron y Leonor le dijo a Sofia que ella llevará a los más pequeños, Jorge y Luis para que compartan dormitorio, así ella pudiera llevar a su pareja secreta y pasar un momento a solas. Bryane sonrió mirando sobre su hombro hablar a su padre William con Felipe, mientras se alejaban, ambos eran amigos desde hace años, y esa amistad trajo una más íntima entre sus herederas.
Bryane y Leonor no solo se conocieron por sus padres, sino que también habían coincidido en varios eventos y fiestas reales, una chispa que había traído flama desde el primer minuto. Bryane pensó que Leonor sería solo una chica más con la que saldría, Leonor pensó que Bryane no sería lo suficiente para sus expectativas y su amor por ella se esfumaría tan rápido como llego. Definitivamente ambas se habían equivocado.
—Ha pasado casi una semana desde la última vez que nos vimos—Le dijo Bryane desde atrás y Leonor la volteó a ver sonriéndole con complicidad recordando esa vez que se escapo sin que nadie de su familia supiera.
—Fue bueno haber convencido a mi padre de invitar a tu familia a pasarla unos días aquí, ¿no crees?—Recordó mirándola picaramente.
Bryane asintió y cuando su novia señaló y abrió la puerta del cuarto que le tocó, no se demoró en atacarla en un beso pegándola contra la pared sin siquiera haber prendido la luz. Leonor sin poder negarse a los labios de su amada le correspondió con la misma intensidad.
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—No sabes las ganas tenía de verte,—Bryane murmuró contra los labios de la princesa viéndola y agarrando sus caderas con deseo.—De tenerte, recordarte lo mía que eres pase lo que pase, Borbón.—le confesó mordiendo su labio al separarse, y luego volver a besarla con más ansías, bajando las manos a su trasero.
—Yo tambien muero de ganas pero...—Leonor susurró y la empujó suavemente al ver que esto ya estaba subiendo de nivel.
—¿Pero qué?—Bryane la miró confundida, hasta algo fastidiada.
La princesa de Asturias suspiró y Bryan la vio con la misma expresión prender la luz y caminar a la cama sentándose en el borde.
—Bryan, disfruto mucho contigo esta relación que tenemos, sin embargo, creo que ya esta pasando los límites.—Le mencionó mirando al suelo.
