Sin miedo

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El torneo de Judo ya había terminado, pero ahora Naoto tenía que enfrentarse a algo más difícil, por lo que se encontraba en su casa junto a Tn.

—Tn: Déjame ver si entendí. Nagatoro volverá a entrenar Judo, pero puso una condición, si logra vencer a la rival que causó hace mucho tiempo que abandonara el Judo, entonces le darías un beso.

—Naoto: Exacto. ¿Qué hago?

—Tn: Pues si gana, la besas y ya.

—Naoto: ¡Eso no me ayuda a calmarme!

—Tn: Pero está claro que sí quieres.

—Naoto: ¡Ese no es el punto aquí!

—Tn: «No lo negó, que fácil de leer»

—Naoto: El punto es que, aunque dijo que no era una broma, estamos hablando de Nagatoro. ¿Y si sí es una broma?

—Tn: ¿Y si no?

—Naoto: ¡No está ayudando!

—Tn: Bueno, ya, está bien. Primero que nada, cálmate.

Eso iba a ser más complicado de lo que parecía, la relación de esos dos era complicada, ninguno era completamente honesto con lo que sentía por el otro, y simplemente obligarlos a avanzar podía ser contraproducente, por lo que tenía que ser cuidadoso con sus palabras.

—Tn: Para empezar, ve el lado bueno, tu objetivo inicial era que ella regresara a lo que quería, el Judo, y lo lograste.

—Naoto: Pero ahora surgieron más problemas.

—Tn: Es muy simple, solo hay dos opciones: Que se esté burlando y que no se esté burlando. Veamos primero la situación en la que solo se esté burlando. ¿Qué harías?

Naoto se quedó en silencio un rato. Se imaginó a Nagatoro burlándose de él porque creyó que lo del beso era enserio.

—Naoto: Creo que sería igual de siempre.

—Tn: Bien, ahora piensa en la segunda situación, ella está hablando enserio.

Nuevamente se quedó en silencio pensando, pero en solo unos segundos se puso completamente rojo.

—Tn: Esta claro cual situación prefieres.

—Naoto: ¡Es que simplemente no puedo creer que esté hablando enserio!

—Tn: En ese caso tú mejor opción es preguntárselo directamente. Si era una broma, se burlará de ti como siempre y todo listo, pero si lo dice enserio, entonces tendrás que pensarlo claramente.

—Naoto: ¿El qué?

—Tn: ¿Qué es Nagatoro para ti?

Por tercera vez se quedó en silencio, pero esta vez tardó más tiempo perdido en sus pensamientos. Ya llevaba tiempo ignorando ese hecho, podía decir que era alguien que disfrutaba molestarlo, podía decir que era una especie de amiga, o quizá algo más, pero le preocupaba mucho que era lo que ella pensaba de él, por eso mismo esa idea del beso lo aterraba, porque si llegaba a ser verdad, estaría entrando en un terreno desconocido para él.

—Naoto: Tn-senpai, ¿qué te gusta de la presidenta?

—Tn: ¿A qué viene esa pregunta?

—Naoto: Es solo que esto es muy confuso para mí. En realidad, puede que quizá, y solo quizá, yo sienta algo por Nagatoro, algo más que simple amistad, pero me aterra pensar que podrías ser algo más.

Tn solo suspiró, y decidió tratar de calmarlo lo mejor que pudo.

—Tn: Ya te lo había dicho, es un error querer compararte con otros. No creas que es tan simple, yo también tuve muchas confusiones con ella, en realidad todavía hay cosas que no logró entender. Una de las cosas más complicadas era su costumbre de desnudarse, cuando acepté que me gustaba me molestaba que alguien más la mirara como la ven, incluso sus pinturas se me hacían algo incomodas, pero con el tiempo, y sin darme cuenta, eso me dejó de importar, sobre todo cuando comenzamos a salir. Para empezar, no podría estar con ella si no fuese capaz de aceptarla tal y como es, e incluso me di cuenta de que nos parecemos más de lo que pensaba.

Amor artísticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora