Tentaciones

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Los días habían pasado, Tn y Sana formalizaron su relación, Naoto los felicitó cuando se enteró y también la prima de Sana, a la cual Tn no la conocía en persona, solo había escuchado de ella.

Todo estaba bien, pero había un pequeño detalle, Tn sabía muy bien la forma de comportarse de Sana, pero no esperara que algo cambiara en ella cuando comenzaron a salir, y es que era notorio que cuando estaban los dos solos ella era muy provocativa.

Normalmente no llegaban a mucho, solo unos cuantos besos y ya, pero ella siempre encontraba una forma de provocarlo, ya sea sentándose en sus piernas o abrazándolo por detrás haciendo que sintiera sus pechos.

Siempre que él preguntaba de forma indirecta sobre sus intenciones ella simplemente fingía que no entendía de que hablaba, aunque era obvio que era mentira, pero él no se atrevía a decirlo directamente, por lo que ahora estaba pensando en cómo hacer que confesara sus intenciones.

Tn estaba sentado en el sillón en el club de arte, ese día Naoto no estaba, aparentemente se enfermó, por lo que obviamente tampoco iría Nagatoro ni sus amigas, por lo que estaría toda la tarde solo, y ocuparía ese tiempo para pensar en que hacer.

Quería que se pusiera nerviosa, así como él cuando ella hacia esas cosas, sin embargo, también tenía que tener cuidado. Si por alguna razón se equivocaba podría terminar mostrándole una mala imagen de él mismo.

Esa tarde tenía que ir a su casa, como ya era costumbre, para que ambos se pintaran. Lo que iba a hacer es mirar con detenimiento lo que ella hace, y decidirá si realmente lo hace con total intención de provocarlo, o solo es su excéntrica y libre personalidad, lo cual no sería raro viniendo de ella.

Mientras esperaba pintó un poco, se dio cuenta de que realmente había mejorado, sobre todo su coloreado. No estaba al nivel de Sana, ni siquiera al de Naoto, pero era mucho mejor de lo que hacía antes. Sonrió al pensar solo estar con ella lo hacía mejorar tanto, aun cuando sus métodos de enseñanza eran algo cuestionables.

Finalmente llegó la hora de la salida. Tomó sus cosas y se dirigió a su casa a cambiarse, preparó todo lo que necesitaba y se fue rumbo a la casa de Sana, pero entre más se acercaba más pensamientos llegaban a su mente.

Si tenía razón y ella estaba haciendo lo que hacía con doble intención, ¿qué debería hacer él? Solo llevaban algunos días de novios, y él no tenía suficiente experiencia en romance como para saber si podía llegar tan lejos tan pronto. No quería arruinar su relación solo por apresurar demasiado las cosas.

Una vez llegó Sana lo recibió con un ligero beso y ambos fueron a su habitación. El desnudarse para comenzar a pintar ya era algo tan normal en ellos que lo hizo sin ser consciente.

—Tn: «Bueno, esta relación tampoco es muy normal. Eso solo me confunde más sobre lo que debería hacer»

—Sana: Esta vez lo haremos diferente. Nos tomaremos una foto juntos y ambos la pintaremos. Esta comparación te ayudará para que veas que tanto has mejorado.

—Tn: Está bien.

Respondió sin ser completamente consciente de lo que iba a hacer, pues la pose que Sana quería que hicieran implicaba que se acercaran mucho en una posición peculiar mientras estaban desnudos.

Primero él se sentó en la silla, después ella se sentó en sus piernas, pasando unos de sus brazos por detrás de su cuello para abrazarlo, provocando que su cara quedara pegada a sus pechos. Él tenía que abrazarla de la cintura, mientras su otra mano descansaba sobre una de sus piernas.

La foto se tomó, pero Sana no se movió de ahí.

—Tn: Sana, ¿pasa algo?

—Sana: Para que sea una buena referencia tenemos que estar con nuestros cuerpos relajados. Tú estás muy tenso.

Amor artísticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora