Cap 14 - Divide y Conquista

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En las praderas, se ve como pasa. 2 jirafas huyendo de las hienas quienes las están persiguiendo, de la nada, la guardia del león comienza a correr en su dirección, tratando de detener a las hienas.

- ¡Janja, ahí viene la guardia del león, y son todos! - gritó Cheezi mientras seguía corriendo.

Janja se rió - Promto se irán - las hienas siguieron corriendo.

Mientras Ono volaba sobre las praderas, logró observar que muy lejos de donde estaban las hienas, los chacales estaban correteando a unos pangolines.

- Ay no, ¡Los chacales de Reirei están persiguiendo a unos pangolines en el valle Chakula! - gritó Ono.

- ¿El Valle Chakula? Eso está muy lejos de aquí - dijo Beshte algo preocupado.

- ¡Fuli! Tú y Bunga ayuden a los pangolines, Ono, muéstrales el camino - dijo Kion.

- ¡A la orden! - Ono de fue volando de ahí, luego Fuli y Bunga lo siguieron detrás, luego Kion y Beshte siguieron persiguiendo a las hienas.

- ¡Janja, detente! - gritó Kion.

Janja volteó a ver a 2 de sus hienas sonriendo - Ustedes dos, encárguense -
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En el Valle Chakula, los chacales seguían persiguiendo a los pangolines, claro que estos eran mucho más ágiles y rápidos.

- ¡No se muevan, alimañas! - gritó Goigoi.

Reirei saltó para atrapar a uno pero falló - ¡Ugh! Son difíciles de atrapar, pero deliciosos -

Los chacales rodearon a los pangolines en el final de un acantilado, justo cuando por fin los iban a atrapar, los pangolines se hicieron bolita.

- ¿Huh, a dónde se fueron los pangolines? - preguntó Goigoi.

- ¡Goigoi, bueno para nada! - gritó Reirei - Los asustaste y se enrollaron -

Unos de los hijos de Reirei comenzó a jugar con uno de los pangolines como si fuera un balón de football.

- ¡Hey! Ya les he dicho que con la comida no se juega - gritó Reirei.

De repente, desde lo lejos se escuchó a alguien gritar - ¡Reirei, deja en paz a los pangolines! - gritó Fuli, quien venía junto con Ono, sin Bunga por alguna razón.

- Ay no, ¡Es la guardia del león! - dijo Goigoi asustado.

- Solo algunos de ellos, ¡chacales, dispérsense! - gritó Reirei mientras le resto le hacía caso.

Fuli trataba de golpear a alguno, pero no tuvo éxito - Rayos, son demasiados -

- Chicos, olviden lo que dije antes, ¡jueguen con la comida! -

Todos los chacales agarraron a los pobres pangolines y comenzaron a jugar con ellos rebotándolos y rodándolos por todo el suelo.

- ¡Hey, dejen en paz a los pangolines! - gritó Fuli esquivando a los animales.

Siguieron bailando de un lado a otro, hasta que, para sorpresa de Fuli y Ono, los pangolines se defendieron solos, haciendo que los chacales se fueran por su cuenta.

- ¿Se encuentran bien? - Fuli preguntó a los pangolines, estos asintieron.

- No gracias a nosotros - dijo Ono.

De la nada, llega Bunga y se para al lado de ellos mientras respiraba agitadamente.

- ¡Whoo! ¿Qué pasó? ¿Ya ganamos? -

- No exactamente - dijo Fuli - ¿Qué te pasó? -

- Oye, nunca dije que yo fuera el más veloz - dijo Bunga.

Atrapados en las Praderas - Guardia del LeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora