En el museo, había una joven explicando la exhibición de esculturas, el maestro volteó a ver su reloj mientras pisaba el suelo con impaciencia. Caminó hasta una de las alumnas y le tocó el hombro.
— Nayeli, ve a buscar a Miguel y a Ángel, esto va a venir en el examen y no quiero que se lo pierdan — dijo el profesor.
Nayeli lo volteó a ver y rodeó los ojos — Ay profe, ¿y yo porque? Si yo si estoy poniendo atención —
— No te hagas, si te vi hablando hace rato, además, ¿qué no estás reprobando mi materia? —
— ¿Y eso que tiene que ver? — preguntó confundida.
— Ve por ellos y te doy puntos extra, si no, ya sabes cómo conseguirlos... — el maestro bajó una de sus manos hasta la cadera de la chica.
A Nayeli le corrió un escalofrío por el cuerpo, lo tomó de la muñeca y lo volteó a ver frustrada — Ya, ya entendí, ya voy — le soltó la mano y comenzó a caminar.
— La última vez que los vi estaban en las pinturas rupestres, ahí empieza a buscar — dijo el maestro, luego se volvió a voltear hacia la joven explicando.
— Pinche viejo verde, ojalá le salga una culebra en la taza de baño y le pique el culo — maldijo Nayeli en voz baja.
Siguió caminando hasta que llegó a las pinturas rupestres, ahí vio 2 bastones tirados en el suelo, se acercó y tomó el más grande de ellos, luego siguió caminando por el lugar, viendo las pinturas. Cuando acabó de ver todo, suspiró frustrada mientras se agarraba el cabello.
— Esos hijos de la chingada, ahora tengo que ir a buscarlos en todo el museo, ¡genial! Ugh — Nayeli agitó el bastón mientras seguía caminando, volvió a pasar por las pinturas, esta vez se quedó parada mirando una de ellas.
En una de las pinturas, habían 5 animales diferentes juntos, un león, un hipopótamo, una garza, un tejón melero y un chita, aunque lo que más la sorprendió fue lo que estaba al lado.
Ahí mismo, habían 2 hombres, aunque no cuadraban con el resto de pinturas, pues no se veían acorde a la época — Creo que vandalizaron aquí —
Nayeli se acercó y tocó la pintura con el bastón, en eso, la pintura se comenzó a iluminar, la luz era muy fuerte, Nayeli tuvo que cubrirse los ojos, luego, la luz se desvaneció al mismo tiempo que el bastón caía al suelo, sin rastro alguno de ella.
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Nayeli abrió lentamente los ojos, se sentó y se los talló con la mano, cuando los volvió a abrir, se quedó sorprendida al ver alrededor, no sabía en dónde estaba, todo a su alrededor era sin vida, estaba algo caliente y seco.Se levantó de inmediato al no saber que había pasado, levantó la mirada hacia arriba, pero todo lo que vio eran nubes grises, hasta parecía contaminación.
— Que carajo...si no estoy alucinando no se que putas pasó... — Nayeli comenzó a respirar de manera acelerada, trató de calmarse respirando hondo, escondiendo la cara en sus manos.
De repente, se volvió a parar bien cuando escuchó unas pisadas, rápidamente corrió hasta detrás de unas rocas y se quedó de rodillas mientras veía quienes eran desde una ranura.
Para su sorpresa, solo era 1 persona, o mejor dicho, 1 solo animal, era una hiena quien iba maldiciendo en voz baja — Agh, ¿porque ninguno de mis planes salen bien? Más bien, ¡nada sale bien con la guardia del león y esos tontos humanos! — dijo la hiena mientras pateaba una roca.
La roca cayó al lado de donde estaba escondida Nayeli, la hiena se sentó dándole la espalda y mirando hacia un volcán. Nayeli se quedó atónita al escuchar a la hiena hablar, no sabía que pensar, tomó la pequeña roca y salió de su escondite.
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Atrapados en las Praderas - Guardia del León
FanfictionMiguel y Ángel tienen 17 años, están en su último año de preparatoria. Esta organizó un viaje para ver las reliquias de Africa. Mientras caminaban, algo extraño les sucedió, haciendo que despertaran en un mundo totalmente diferente al suyo.