Una mariposa que nació en Ontario (SEGUNDA PARTE: CRISÁLIDA)

Oaxaca - Guadalajara: Otra historia del Baúl No.1

Noviembre 2018
Noviembre 26. Saúl estaba con Edgardo subiendo su equipaje al autobús que los llevaría junto con varios chicos de su bachillerato a Oaxaca de Juárez. Una competencia deportiva, académica y cultural entre bachilleratos de la región se llevaría a cabo en el corazón de la maravillosa entidad mexicana y ambos chicos estaban emocionados por eso. Pero aún más Saúl, porqué había prometido ganar para cuándo Demián regresara de su viaje a Guadalajara se sintiera orgulloso. Y estaba nervioso. Muchas preguntas arremolinadas en su cabeza lo torturaban en el camino: ¿Y si se le olvidaba su discurso a mitad de su participación? ¿Y si no ganaba nada? ¿Y si él no regresaría jamás?

Demián había ido a Guadalajara para hacer pruebas de admisión en un campus deportivo para seguir su sueño de ser futbolista. Todo estaba en la suerte, ya había aprobado una competencia y a Saúl eso lo había entristecido porqué significaría alejarse por mucho tiempo de él. Una tarde de finales de octubre se lo había dicho y después de encontrarse en la residencia de Saúl, éste cometía locuras en nombre de su amor: oraba a todos los santos y deidades posibles para que él no se alejara de su vida. Y ya le había roto el corazón varias veces al escucharlo hablar de chicas o encontrar algunos mensajes casuales con chicas donde alababa sus cuerpos y les contaba los fetiches que haría con ellas en algún encuentro. Fingía la risa descontrolada para ocultar su profunda decepción. Pero esta vez todo era diferente, pues una prueba deportiva definiría el futuro amoroso de Saúl. ¿Y si lograba cumplir la prueba?

Llegaron en la tarde a la capital. Un recinto deportivo de la ciudad fue el punto de reunión entre los bachilleratos participantes y tras varias horas de espera, la ceremonia de inauguración comenzó. Todos entonaron cánticos de bienvenida y porras por el inicio de la competencia. Les dieron el itinerario de las actividades deportivas y culturales que se harían durante la semana y se dispusieron a retirarse. Los chicos del bachillerato de Saúl subieron nuevamente al autobús y se dirigieron al hotel donde se hospedarían toda la semana. Tras recorrer varios puntos de la ciudad, llegaron al lugar acordado y los profesores dividieron al contingente para tomar una habitación para cuatro estudiantes. Saúl fue separado de Edgardo y durmieron con otros compañeros. Al llegar a la habitación, veía las fotografías que él subía en sus redes donde conocía a sus jugadores favoritos en las calles emblemáticas de Guadalajara. Quedaban dos días para verlo y contaba las horas para que llegara el momento. Se desveló repasando su trabajo para el día siguiente y no se percató de que sus compañeros se durmieron con la televisión encendida; una película de comedia romántica se veía a través de la pantalla. Se levantó a apagar todas las luces y el televisor para dormir. Al cerrar los ojos soñó con la película donde ellos dos eran sus protagonistas, dónde él era su príncipe esperado y su espadachín glorioso.
Se despertó con anterioridad a todos sus compañeros para bañarse y seguir repasando su discurso. Tenía nervios, no sabía a qué lugar iría para participar y frente a cuántas personas estaría. A pesar de haber recitado poesía con algunos compañeros en la secundaria, la última vez que lo hizo olvidó parte de su poema, así que tenía miedo de que sucediera lo mismo. Tenía miedo de decepcionarle a él, de ser la causa de sus burlas o algún comentario imprudente.