Capitulo 3

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Hacía demasiado frío. Por no usar otra palabra. ¿Cómo era posible que estas personas estuviesen de pie sin siquiera temblarles una pestaña? Yo estaba como perro callejero visitando por primera vez una veterinaria. Al carajo. Me estaba cagando de frío.

¿Cuánto tiempo llevábamos aquí? ¿Unos diez, veinte o treinta minutos? El sol estaba subiendo pero no calentaba ni un ápice de mi congelado cuerpo a punto de entrar en criogenizacion. Estaba a punto de copiarle a Capitán América. Willy tampoco parecía percatarse de que estaba en una situación de frío infernal, tenía la mirada bien puesta en la fábrica y sepa dios que tanto maquinaba dentro de su mente para sonreír de esa forma tan esperanzadora.

— Te odio. — farfullé entre dientes sin parar de tiritar.

— ¿Qué?

— Que te ves gordo.

— ¿De verdad? — Llevó sus manos a su barriga delgada y la palpó un par de veces — Deben de ser las tostadas que desayuné hoy. — y volvió a sonreír satisfecho.

Ok. Puede que no me llevara tan bien con este Willy, y no era porque me cayese mal, bueno puede que sí me llegase a irritar el gran brillo de esperanza que portaba fuese a donde fuese. Era un sol en vida. Maravilloso e irritante. Si es que me entienden. Además de no mencionar lo que había ocurrido en la madrugada.

Las puertas comenzaron a abrirse cuando Veruca le ordenó a su padre que hiciera que el tiempo fuese más rápido. Esa niña nunca me había caído bien, ni siquiera en la película. La actriz hizo un papel fantástico interpretando al personaje, pero ahora estábamos dentro de una película y ella era un personaje más con el rostro de la actriz. Odia al personaje, no al que lo interpreta. Ahora podía odiar a esa niña tanto como quisiera.

Pueden pasar. — ordenó la voz desde el megáfono.

Algunos se apresuraron, pero nosotros nos quedamos justo detrás de Charlie y su abuelo. Ahora se venia lo que pocos se esperaban. La canción de los títeres que anunciaban la entrada de un Wonka que jamás estuvo allí. La cara de quienes veían tan extraña escena era igual a la de la película aunque no contaba con que aquí había un Willy Wonka cuyo nombre aparecía en la canción repetidas veces.

— Me pregunto cómo se saben mi nombre.

— ¡Si...! También me lo pregunto. — ¡Maldita sea! Ahora comenzaba a cuestionar mis métodos de no meterme demasiado en la trama original de la historia.

Todos giraron la cabeza hacia la persona que se encontraba aplaudiendo ante la fallida presentación de las marionetas que estaban quemándose aún. Y ahí estaba él, el Willy Wonka de esta historia. Era... ¿eran de la misma estatura? ¿Qué? ¿Ni más alto ni más bajo?

— ¿No fue eso fantástico? ¡Wow! — y con eso se puso justo frente a todos nosotros. Pareció pensar las palabras y hablo con su célebre frase hecha meme — ¡Buenos días estrellitas, la tierra les dice Hola! — No te rías. No te rías. Era muy diferente escucharla por televisión que escucharla de frente. Me cubri los labios mientras él sacaba unas tarjetas donde parecía tener escrito lo que debía decir en esta situación — "Querido invitados, hola. Bienvenidos a la fábrica. Le doy cordialmente la mano." — y en el momento en que estiro la mano pareció arrepentirse y volverla a su lugar sujetando las tarjetas — "Mi nombre es Willy Wonka."

— Se llama igual que... — Le cubrí la boca de inmediato. Obtuve las miradas de los demás e incluso la de Wonka al ver tan extraña escena tan temprano en su fábrica.

— Lo siento. Lo siento. Puede continuar. — una mueca fue lo que recibí de parte de él antes de que Veruca le preguntara porque no se encontraba en sitio donde debía estar al inicio de la función de las marionetas.

Una vida de chocolate (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora