Bien. Puede que me haya pasado un poquito. Pero también se lo merecía. O al menos cuando se lo conté a Willy me pareció fantástico y muy original el modo en el que lo puse en su lugar pero Willy discrepaba un poco de mis bellos y sensuales métodos.
— No sabía que fueras tan explosiva. — dijo mientras se cubría el rostro con ambas manos. Yo me encogí de hombros.
— Si te sirve de consuelo, yo tampoco lo sabía.
Hubo unos segundos de silencio.
— Bien. Podemos arreglarlo. — su optimismo a veces me impresionaba.
— Ajá... ¿Y cómo?
— Eso déjamelo a mí. — también su confianza me impresionaba.
Cuando nos tocó ir hacia el comedor, en el cual ya no había comedor porque YO lo había destruido, vimos apenas entrar una manta en el suelo y varios cubiertos acompañados con unas copas que contenían un agua rosa. Si eso te impresionó jamás te imaginarías ver a Wonka sentado en el piso en forma de ranita.
Mi más sincera impresión fue hacer una mueca de confusión que pareció ser percibida como disgusto pues me dijo Wonka:
— ¿Qué? ¿No balbuceaste tanto ayer sobre qué debería ser más caballeroso? — y me giró el rostro con un puchero mientras esperaba a que tomáramos asiento también en el suelo.
— ¿Y acaso tú no refutaste que jamás lo harías? — alegué sentándome justo frente a él.
— Yo nunca mencioné la palabra "jamás". — señaló con su dedo índice.
— Pero eso diste a entender, así que fue como si lo dijeras.
— Y ¿qué vamos a comer? — interrumpió Willy con optimismo y un semblante lleno de alegría por poder comer todos juntos finalmente.
— Tu de verdad eres un caso extraño. — le dije resignándome a esperar la comida mientras veía de reojo como Wonka se acomodaba las mangas de su camisa morada.
La comida estuvo exquisita, no tenía tanto dulzor como las anteriores pero recalcaba tan bien el sazonado de hierbas en aquel bistec tan grueso. Eso sonó raro. Pero estaba delicioso. Lujos que solo el gran señor Wonka podía darse cuando quisiera. Entre ellos estuvieron debatiendo sobre un chocolate sabor cúrcuma con manzanilla, yo estaba lo suficientemente centrada en degustar tan maravilloso platillo que cuando apenas lo noté Wonka me estaba observando.
— ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara o qué? — pregunté con tremendo bocado de bistec en la boca.
— Es asqueroso que hables mientras estás comiendo.
— Pues es más horrendo que te me quedes viendo mientras como. — tome la copa y, primero la olfatee, tenía un aroma a lychee y frambuesa, si olía tambien era seguro que también sabría así.
— ¿Cómo supiste que mi papá era odontólogo?
Le escupí el agua deliciosa en todo su glamoroso atuendo. Sentí que me ahogaba y la mente me corrió más rápido que la sangre. ¿Qué carajos acababa de decir?
— ¡_____! — Willy me acercó un vaso con agua el cual tomé sin dudar — Respira por la nariz, así dolerá menos.
— Ajá. — el tono molesto de Wonka acompañado de su ceño fruncido me dieron un ligero escalofrío. Un Oompa-Loompa le entregó una toalla con la cual comenzó a secar parte de su rostro, cuello y vestimenta. — Estoy en mi limite.
— ¿Qué? — pregunté con la voz rasposa por tanto toser.
— Quiero que te vayas de mi fábrica.
![](https://img.wattpad.com/cover/358898530-288-k448667.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Una vida de chocolate (CANCELADA)
FantasíaSi no habías tenido suficiente con historias de transmigración, aquí te traigo una que sin duda será muy diferente a lo que habías leído. Todo en una vida llena de chocolates de los mejores chocolateros. Veras cosas dulces y otras no tan dulces. *...