Capitulo 22

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-- Por el amor de Dios Wonka. -- exaspere al ver su actitud. 

Creí que solo en las películas se hacían este tipo de cosas donde te sacan del brazo y andan caminando arrastrando los pies porque el triste vato ¡tiene las cochinas patas mas largas que tu! Pero, veamos el lado favorito y positivo de esto, tienes el derecho a reclamar, ¿apoco no? 

-- ¿No puedes caminar mas lento? -- ese era mi reclamo. No tanto porque me hubiese sacado a la fuerza del departamento y nos trajese por calles que ni el ni yo conocíamos aun, sino porque me tenia corriendo detrás de él.  

De un momento a otro se detuvo. Me soltó y suspiro resignado. ¿Que estaba pasando por su mente? De por si la mente de Willy Wonka ya era preocupante no me imaginaba teniendo un nuevo conflicto en su interior.

-- ¿Soy feo? -- saco de repente.

-- ¿Ah? 

-- ¿O quizás es el corte de cabello? 

-- ¿Que?

-- Porque estoy completamente seguro de que feo no soy, en mis tiempos muchas mujeres querían salir conmigo y tenia toda una caja llena de cartas de amor llegándome semana con semana. Es mas, estoy muy seguro de que aun me escriben cartas. -- levanto la barbilla orgulloso.

Yo por mi parte no estaba entendiendo ni un carajo. Y me imagino que mi cara estaba expresándolo bastante bien. ¿A mi en que me beneficiaba saber que tenia un montón de admiradoras? No es como que en este mundo sirviera mucho ese dato y mas porque apenas Willy comenzaba a levantarse de nuevo en el mundo del chocolate. Que ahora que me lo pregunto bien, ¿por que había caído Willy de aquella cima?

-- ¿O es por que no has probado un chocolate mío desde hace tiempo? 

-- Wonka, ¿de que estas hablando? ¿Que tiene que ver que tengas admiradoras o tu corte de cabello con el hecho de que me hayas sacado a arrastras del depart...

-- ¡Con el hecho de que parezco no interesarte en lo absoluto! -- estallo con el ceño fruncido. 

Eso si que me agarro de sorpresa.

-- Debe haber un defecto en mi que yo no alcanzo a percibir, pero que tu si, y esa es la razón por la que no logro... -- se coloco una mano en la cadera y la otra la coloco en su frente pensativo -- por la que no alcanzo tus expectativas. Porque feo no soy y de eso estoy seguro. 

-- Demasiado seguro diría yo. -- me encogí de hombros. ¿Que tenia que decir ahora? ¿Decirle que no? Era guapo y mas con esa melena descuidadamente cuidada, tenia mejor cabello que yo y sus facciones no eran nada feas, podía ser modelo incluso. 

-- ¿Entonces que es? Porque una razón debes de tener. -- se acerco a mi y sentí los nervios paralizarme. No era miedo, eran de esos nervios en los que no podías mirar hacia arriba por el maldito sonrojo en las mejillas.  

-- Pues no lo se. -- tartamudee y me sentí pequeña. -- Quizás... ah... 

-- Debe ser una razón muy buena como para que lo estes pensando mucho. 

¿Me estaba amenazando o me estaba coqueteando? Tal vez esa fuera la razón por la cual no me había enterado del todo de lo que trataba de decirme. 

-- ¿Entonces? -- era persistente.

-- Dame chance de pensar un poco. 

-- ¿Pensarlo mas? ¿Tan difícil es? 

-- Tal vez... 

-- ¿Tal vez? -- carajo, me estaba metiendo mucha presión. Ni en los exámenes me sentía como ahora. 

-- ¡Tal vez porque no me has coqueteado! -- grite. En mi defensa había sentido mucha presión.

Una vida de chocolate (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora