Cuando me secuestraron por primera vez y apenas volví con vida, mi padre dijo
---𝑫𝒆𝒃𝒐 𝒆𝒏𝒔𝒆𝒏̃𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒊𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒖 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂
Escuche a alguien decir que a ver regresado era un error, pero este era el único lug...
Hyun-ki cerro la puerta de la casa con pesadez, el corazón le pesaba enormemente por todo lo que había sucedido con el Señor Shiskin, no espero que las cosas terminaran así.
—«No es justo...nada de esto es justo»—detuvo sus pasos y se giro para ver la puerta cerrada—«¿Qué pasara con su cuerpo? ¿Solo lo vamos a dejar aquí? Tal vez al menos...podamos darle un entierro»
Sin quererlo pensó en su padre y sus enseñanzas, si hay algo que su padre no dudo en enseñarle con espero era ser un ser humano, el tener piedad y ayudar a las personas fue algo que siempre le inculco con la esperanza de que fuera un ser humano de bien.
—Caesar —le llamo Hyun-ki volteándose para girarlo—Antes de regresar ¿No podemos buscar como enterrar al Señor Shiskin?...no es justo dejarlo así
—¿Que? —le pregunto Caesar un poco incrédulo, pero al ver su rostro se dio cuenta que no bromeaba—...
Se le quedo unos segundos mirando, como si evaluara su petición de todos los angulos posibles antes de soltar un suspiro y darle su respuesta.
—No es posible, todo lo que podemos hacer ahora es irnos —le aseguro Caesar antes de mirar el cielo—Pronto vendrán fuertes nevadas
—¿En serio? —pregunto Hyun-ki alzando la mirada al cielo—¿Puede saber eso solo co-!?
BANG
BANG
BANG
El sonido de cristales rompiéndose inundo sus oídos antes de sentir como Caesar la abrazaba para protegerla con su cuerpo y caer al suelo mientras que las paredes se hacían añicos junto con el resto de cristales. La muchacha apenas recupero un poco los sentidos pero no tuvo tiempo de mirar lo que había sucedido, Caesar estaba acostado de espaldas mientras la abrazaba con fuerza envolviendo su cuerpo con el suyo mientras el sonido de los disparos seguía llegando a sus oídos
—Abogada, corre
Antes de darse cuenta el ataque se había detenido por unos instantes lo que les dio tiempo para ponerse de pie y comenzar a correr con Caesar no soltándole la muñeca en ningún momento.
Mientras tanto, Leonid estaba apuntándolos a los dos hasta que desaparecieron momentáneamente de su vista al ocultarse por lo que dejo su rifle automático y sin prisa saco su pistola.
—Hmm~ —silbo levemente—Tiene mejores reflejos de lo que esperaba, esta cacería será divertida
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[...]
Poco a poco, Hyun-ki sentía como le hacia falta el aire en sus pulmones antes de por fin detenerse de correr junto con Caesar para recuperar un poco el aliento después de semejante ataque. Al alzar la mirada para ver a sus alrededores producto del pánico noto que el rostro de Caesar estaba pálido mientras miraba a algún lugar lejano.
