Capitulo 36 | Preámbulo

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Pasaron unos minutos antes de que los sollozos de Mikhail terminaran por completo para por fin tener el valor suficiente para encarar a su hijo que se encontraba sentando con una expresión imperturbable mientras era apoyado levemente por la mujer a su lado con una mano en su espalda.

—¿Me odias? —pregunto Mikhail con la voz ronca—

—Antes si, ahora ya no...—aseguro Lee con indiferencia—Tuve mucha suerte que la vida me regalara lo mas cercano a una hermana...—miro a Hyun-ki que solo le dio una sonrisa leve—Que a su vez vino con un buen hombre que fue lo mas cercano a un padre que me ayudo a sobrellevar mis emociones sobre usted...ahora ya no siento nada

Mikahil se quedo sin palabras y sin dudarlo dirigió su mirada a Hyun-ki, buscando una confirmación muda de lo que su hijo estaba diciendo para solo recibir un asentimiento de cabeza por parte de la joven cuya mano nunca abandono la espalda de su hijo para darle su apoyo silencioso.

Esta bien, entiendo...—aseguro Mikhail bajando un poco la mirada mientras sentía como el corazón se le rompía una vez más—

Por un lado estaba feliz de que otro hombre hubiera ocupado platónicamente el papel que el no pudo cumplir y que cuidara de el, pero por el otro lado...el sentimiento de envidia se comenzó a alojar ahí porque otra persona ocupo parcialmente su lugar.

—Bueno...entonces nos vamos ya —dijo Lee poniéndose de pie junto con Hyun-ki—

—¿Que? ¿¡Ya se van!? —exclamo Mikhail con desesperación y parándose de su asiento bruscamente—

—Lo único que yo quería era darle el mensaje de mi madre, ya lo hice así que me voy —dijo Lee con firmeza mientras comenzaba a darle la espalda a su padre—

—¡N-no, espera...! —dijo Mikhail con desesperación—Tu eres mi único hijo, tienes mi sangre...Se que no tengo derecho a decir esto y que ya tienes a alguien que cumple un poco ese rol, pero ¿No podrías quedarte aquí conmigo?

Hyun-ki intercambio miradas con su amigo y se dio cuenta que el estaba decidido a irse, estaba suplicando con la mirada largarse de ahí pero su padre no podía verlo por lo que ella decidido actuar y ponerse en medio de ambos evitando así que Mikhail tomara del brazo a Lee.

—¡Pe-pero hay una razón por la cual te abandone cuando eras un bebe...yo no quería hacerlo! —aseguro Mikhail intentando llegar a su hijo pero siendo detenido por Hyun-ki que se lo impedía—Se que les he hecho un gran daño a ti y a Suyeon ¡Pero puedo compensarlo! Nos llevamos muy bien el otro día...

—Yo no le estoy pidiendo una recompensa —aseguro Lee con frialdad mientras ponía una mano sobre el hombro de su amiga para que se apartara al ya sentirse más seguro—Y ese dia yo no sabia que usted era mi padre

—¡P-pero...! —exclamo Mikhail intentando acercarse otra vez—

Al ver esto, Hyun-ki se puso en su camino de nuevo para que no se le acercara a Lee.

—Señor por favor, si tanto dice que ama a su hijo respete sus deseos—dijo Hyun-ki con firmeza haciendo que el hombre retrocediera un par de pasos mientras que su rostro se veía cada vez más desesperado haciendo que la joven sintiera un poco de lastima por el—...Yo conocí a Suyeon y conviví con ella casi desde que tengo memoria, fue lo mas cercano a una madre que tuve en la vida y quiero a Lee como a un hermano, es por eso que no permitiré que irrespete sus deseos

Los dos se miraron a los ojos, Mikhail le estaba suplicando con la mirada que lo ayudara, pero ella solo negó con la cabeza, ella no iba a ponerse del lado de este hombre por más razones justificables que tuviera.

Refugio | FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora