Capitulo 35 | Cierre Amargo

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Nevo toda la noche, fue fácil darse cuenta cuando te mantuviste despierta gran parte de la noche mirando por la ventana ya que su mente era incapaz de dejarla en paz después de lo que paso con Caesar la noche anterior, se sentía patética al recordar como entro llorando de rabia y fue consolada por Lee hasta que se calmo por completo ¡Era como volver a la adolescencia! Pero dejando eso de lado, su amigo no la presiono para que le contara nada, pero si expreso con un leguaje muy colorido todo lo que pensaba del ruso ya que escucho toda la conversación que tuvieron, algo que le dio un poco de gracia hasta que su amigo le dio un sabio consejo.

—No te preocupes por problemas que no tienen solución, el tipo es un auténtico imbécil y si le importas, aunque sea un poco se disculpara y si no pues... ¿Ya te mencioné que se manejar armas? —dijo Lee con una sonrisa malvada mientras hacia con sus manos la figura de una pistola—

—Como siempre tienes razón, deberías aplicar los consejos que me das a tu vida querido~ —dijo Hyun-ki con una sonrisa malévola al ver como su amigo se comenzaba a molestar con ella por picarlo de esa manera—

—¡No hablamos de mí!

Al final si pudo dormir unas pocas horas antes de que el sol de la mañana la golpeara en el rostro y fuera recibida por una invitación de Nikolai y su esposa para desayunar con ellos en su casa junto con Lee, justo donde estaban hace una hora y apunto de terminar.

—¡A partir de hoy la fábrica abrirá otra vez~! —dijo Nikolai con su plato ya casi terminado mientras sostenía una taza de café—Jamás estuve tan contento por ir al trabajo y todo es gracias a ti, me alegra tanto tenerte de vecina

—Me alegro por usted Señor Nikolai pero por favor, recuerde darme cualquier documento que le cause inquietud para revisarlo además hay que revisar todo lo que son impuestos, salarios y beneficios que se pueden recibir por el tiempo de cierre —dijo Hyun-ki con seriedad—

—Lo recordare, no te preocupes

—¡Querido, te va a dejar el bus! —dijo la esposa de Nikolai desde la cocina—

—¡Oh sí, me voy!

El hombre se paró rápidamente dándole un ultimo trago a su café para ir a despedirse de un beso con su esposa y bebe antes de salir por la puerta rápidamente, escena presencia por Lee y Hyun-ki que solo se voltearon a mirar haciendo muecas graciosas que le sacaron risas al pequeño bebe.

—Todo estuvo muy delicioso señora, muchas gracias por invitarnos —dijo Lee limpiándose la boca con una servilleta—Hace tiempo no como así

—Me alegra que te haya gustado hijo y no hay de que, cualquier muchacho que sea amigo de esta jovencita será recibido con lo mejor que pueda ofrecer —dijo la mujer con una sonrisa alegre y dulce mirándolos a ambos—

Lee y Hyun-ki se rieron levemente antes de pararse de la mesa y comenzar a ordenar todo el desastre que quedo en el desayuno para que la esposa de Nikolai pudiera atender a su bebe y descansar adecuadamente antes de irse animadamente para regresar al pequeño cuarto de Hyun-ki.

—¿Te falta mucho para terminar lo de ese tipo? —pregunto Lee curioso—Si quieres te puedo ayudar

—No, me falta muy poco y no creo que sea bueno que te involucres mucho mas en esto —dijo Hyun-ki con seriedad—Tu deberías concentrarte en el otro asunto, así los dos regresaremos a Corea más rápido

—¿Y tú realmente quieres volver?

La pregunta la tomo un poco desprevenida, pero de cierta forma tenia sentido que se la hiciera, su "conflicto" con Caesar la hacia sentir como entre la espada en la pared porque por un lado el tipo le irritada a niveles estratosféricos, pero por el otro lado...tenían un sentimiento alojado en el corazón que no se podía sacar y que estaba prefiriendo ignorar con todas sus fuerzas...

Refugio | FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora