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El dulce aroma del té impregnaba la oficina y como a la mayoría de los rusos, a Caesar le encantaba el té. En particular, una taza de té por la mañana era lo suficientemente importante como para influir en su estado de ánimo durante el día, lo que justamente le permitía estar tranquilo ahora mismo debido a la escena que se estaba desarrollando frente a sus ojos.
—Entonces...¿Tienes algo que decirme? Aun es de mañana —le pregunto tomando un trago de su te caliente—Tienes suerte abogada, justo a tiempo para él te
Hyun-ki no le dijo nada, solo se mantenía mirándolo fijamente mientras aun sostenía la pata rota de la mesa que uso para atacar a los hombres que destruyeron el lugar de una pobre anciana con firmeza. Caesar miro el objeto en sus manos, por un lado era una estaca con la que amenazo a la pobre de Lyudmila para que la dejara pasar que estaba completamente impoluta mientras que por el otro lado, que era liso y aun estaba firme dejaba caer unas pocas gotas de sangre que ya no estaba húmeda del todo.
—Viniste aquí amenazando a mi personal con esa arma tan arcaica, estoy impresio-!
—No me importan sus reflexiones —lo corto Hyun-ki con firmeza—
—...
Caesar se quedo en silencio unos segundos y se dedicó a analizar mejor a la mujer que tenía delante. Ella no estaba vestida de forma impoluta, femenina y practica sino todo lo contrario, parecía que tomo lo primero que encontró y se lanzo así a la calle sin importarle nada. Vestía una camisa que claramente no era de su talla por lo grande que era dejaba ver mejor su fino cuello al igual que su clavícula, unos pantalones holgados negros y unas botas marrones algo viejas junto con un chándal viejo que claramente estaba parchado.
Toda esa apariencia desalineada junto con los leves rastros de sangre en sus puños y ropa le hizo sentir emocionado, esta era una nueva cara que sin duda lo le desagradaba para nada ver por lo sensual pero al mismo tiempo salvaje que era.
—Ya se que ayudas a legisladores y sabia que la mafia era capaz de muchas cosas —dijo Hyun-ki tomando asiento en uno de los sillones pero sin soltar la estaca—Sin embargo, violentar a personas inocentes es grave —los puños le temblaban al igual que la voz producto de la rabia contenida—
—¿Violencia? —pregunto Caesar—¿Qué clase de cosas sueñas?
—...¿Que?
—Me preguntaba si tuviste un sueño extraño por la noche y viniste aquí para armar un escándalo —dijo Caesar con indiferencia—Es vergonzoso irrumpir, y decir cosas que no tienen contexto...Me sorprende que viniera a reclamar sin siquiera tener pruebas, eso, no lo haría una abogada como tu porque es obvio que no ganarías ¿Qué intentas haciendo algo como esto?
Caesar supo hacer perder la poca cordura que le quedaba a Hyun-ki ya que en pocos segundos estuvo a punto de lanzarle la pata de madera directo al rostro hasta que Caesar se levanto rápidamente de su silla con una sonrisa burlona mientras sometía fácilmente a la mujer tomándola por el brazo para girarla y someterla contra el sillón boca abajo.
—¡Suel-sueltame! —grito Hyun-ki furiosa intentando liberarse sin éxito—
—Eres impulsiva ¿De dónde aprendiste a ser así? —le pregunto con una sonrisa leve en el rostro—
—¿¡Que le importa!?
La chica se estaba removiendo tanto que estaba dejando ver su nuca aun con lo largo de su cabello, vaya tesoro tenía ahí escondido porque se veía tan suave que daban ganar de morderlo.
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Refugio | Finalizada
Fiksi PenggemarCuando me secuestraron por primera vez y apenas volví con vida, mi padre dijo ---𝑫𝒆𝒃𝒐 𝒆𝒏𝒔𝒆𝒏̃𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒊𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒖 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂 Escuche a alguien decir que a ver regresado era un error, pero este era el único lug...