Capitulo Doce

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En la sala real, el Rey se mantenía erguido, su expresión reflejando la firmeza que caracterizaba sus decisiones. La llama de una vela parpadeaba, iluminando los rasgos determinados en su rostro. Eliza, al entrar en la sala, sintió la tensión en el aire.

-¿Mi señor, está seguro de que quiere enfrentar nuevamente al arlequín? -preguntó Eliza con respeto, percibiendo la intensidad en la mirada del Rey.-

Rey asintió con determinación. -Es hora de poner fin a esta danza de sombras. Quiero respuestas claras y no permitiré que el arlequín juegue más con la mente de mi hija.-

La doncella se inclinó en señal de respeto antes de retirarse para cumplir con la orden del Rey. Mientras tanto, Isabella permanecía en sus aposentos, sumida en pensamientos y emociones encontradas.

La puerta se abrió, revelando la presencia del arlequín en la sala real. Su atuendo colorido contrastaba con la gravedad que llenaba la estancia. El Rey, sin rodeos, fijó su mirada en el bufón.

-Arlequín, esta farsa debe llegar a su fin. Quiero respuestas. ¿Cuál es tu propósito en mi reino y qué pretendes con mi hija? -declaró el Rey, su tono firme resonando en la sala.

El arlequín, como una sombra que responde al llamado, se inclinó con una sonrisa burlona. -Su majestad, las respuestas que buscas son tan escurridizas como las estrellas en la noche. Pero si deseas la verdad, estaré encantado de ofrecerla.-

La tensión aumentó mientras el arlequín desvelaba fragmentos de la verdad oculta en sus cartas de tarot. Reveló historias de un amor prohibido, de destinos entrelazados en los hilos del tiempo. El Rey escuchaba con atención, sus ojos revelando una mezcla de incredulidad y preocupación.

En esos momentos, Eliza regresó a los aposentos de la princesa. -Isabella, el Rey está enfrentando al arlequín. Te necesitan en la sala real.-

La princesa se puso de pie, su mirada reflejando una mezcla de ansiedad y determinación. Mientras avanzaba hacia la sala, la danza de sombras y misterios alcanzaba su clímax. ¿Qué verdades descubriría el Rey y cómo afectarían estas revelaciones el destino de Isabella y el reino de Luminara?

Isabella entró en la sala real, donde su padre, el Rey , y el arlequín se enfrentaban en un juego de palabras y verdades veladas. El ambiente estaba cargado de una tensión palpable, como si el destino mismo esperara ser revelado en cada rincón oscuro del Castillo de la Luna Plateada.

El Rey, con su mirada penetrante, se volvió hacia su hija. -Isabella, necesitamos la verdad. Este arlequín afirma conocer secretos enterrados en la historia de nuestra familia. ¿Puedes arrojar luz sobre sus misterios?-

La princesa asintió con solemnidad. -Padre, las sombras que rodean al arlequín también han tocado mi alma. Si estas cartas de tarot revelan verdades, estoy dispuesta a enfrentarlas.-

El arlequín, con una expresión de diversión enmascarada en su rostro pintado, extendió las cartas sobre la mesa. Cada carta contaba una historia, una conexión entre el pasado y el presente. Isabella se sintió arrastrada a un laberinto de recuerdos que se entrelazaban con los de su madre y antepasados.

El Rey, observando las cartas con atención, habló con voz firme. -Arlequín, ¿cómo es que conoces estas historias? ¿Qué papel desempeñas en la trama de Luminara?-

El bufón sonrió misteriosamente. -Soy un viajero entre mundos, Su Majestad. Mi existencia está tejida en las sombras de realidades entrelazadas. Y en este reino, soy el eco de historias que se repiten.-

Isabella, intrigada y a la vez inquieta, interrumpió. -¿Pero cuál es tu conexión conmigo? ¿Por qué has venido a nuestro reino?-

El arlequín se levantó, su figura pareciendo desvanecerse en la penumbra. -Princesa Isabella, eres la llave que puede liberar a este reino de las sombras que lo acechan. Mi propósito es guiarte a través de las verdades ocultas para que puedas forjar tu propio destino.-

El Rey, consciente de que las palabras del arlequín arrojaban más incertidumbre que claridad, se enfrentó a una decisión crucial. -Arlequín, si pretendes ayudar a mi hija, necesito respuestas más concretas. ¿Cómo podemos confiar en ti y en tus intenciones?-

El bufón se inclinó con teatralidad. -La confianza es un juego peligroso, Mi señor. Pero estoy dispuesto a ofrecer respuestas si estás preparado para enfrentar las sombras que se avecinan.-

Mientras el Rey consideraba sus palabras, Isabella sintió que su destino estaba más entrelazado con el arlequín de lo que hubiera imaginado. ¿Era él un aliado en la búsqueda de la verdad o un jugador maestro en un juego mucho más complejo?

La conversación continuó, explorando los hilos de la historia que conectaban al arlequín con Luminara. Cada palabra parecía abrir una puerta a nuevas revelaciones, pero también sumía a la princesa y al Rey en un abismo de incertidumbre.

La noche avanzaba, y el castillo resonaba con el eco de palabras enigmáticas. Isabella, a pesar de su determinación, se sentía más atrapada en las sombras que nunca. ¿Cómo podría enfrentar la verdad que se ocultaba entre los recuerdos y los enigmas del arlequín?

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Espero que les guste el capitulo del día de hoy. ¿Ustedes que creen que pase con el Arlequín y la princesa? Dejenmelo saber en los comentarios

Telón de Risas, Cortina de LagrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora