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ARIA

Claro, porque no lo deduje antes. Era obvio. El que me preguntara después de que Henry fuera a la escuela, que le fuera a pegar, preguntara por mi, Edel lo viera y eso que le dijo. Aún no sabía que significaba más le preguntaría, aquí estaba conmigo. Los chicos me dijeron que me bañara y Emma me prestó su ropa. Salieron porque querían prepararme algo de comer, y aproveché la ocasión.

- Es él cierto - me observaba atento - mi "novio" - hice las comillas con los dedos.

Sonrió, y eso fue suficiente.

- ¿Quieres ver el video de cuando lo amenazó después de que mi padre le dijera? - asentí sonriente - no le digas que yo te lo mostré, o bueno sí, dile lo que quieras me da igual.

Lo ví, era lo que necesitaba.

- ¿Le vas a reclamar por tu golpe? - me preguntaba curioso.

- No, pero Roma dijo de tenerle miedo, significa que hará algo.

- No me equivoqué cuando vi ese potencial en ti - sonreí. Él sabía que era mi favorito, aunque nunca se lo diríamos a los chicos ya que no los quería lastimar.

Cuando me dijo que me dejaba ser su amiga, me dio gracia y a la vez curiosidad, le pedí que me dijera la razón.

- Sé que si pasas tiempo conmigo puedes ser más inteligente, ágil y sorprender a todos.

- Pareces señor - me burlé de él.

- Veeme como quieras, más tengo razón - me miraba fijamente y serio - ¿aceptas?

- Porque no - y esa fue la primera vez que sonrío en mi presencia.

Fue hace dos años y medio. Desde entonces somos complices.

Así que decidí esperar a que Arthur bajara e iría con él. Estuve muy atenta, en cuánto vi la revolver deduje lo que haría. Logré ir con él. Cuando llegamos estaba ahí acostado como si no le hubiera pegado a una menor de edad, siendo su alumna y en un plantel escolar.

- Diviértete, de aquí te veo - le dije antes de que se atreviera a decir algo.

Salió del auto sin decir absolutamente nada. Cuando Roma lo vió, por su cara pasó su vida y todos los colores posibles, me dio gracia; se creía valiente pero quién lo diría, llorando por su vida. No escuché nada de lo que le decía pero su cara de súplica valía todo y dejaba a la imaginación el diálogo. Primero le dió un puñetazo en la nariz y otro en la boca, haciendo que cayera al suelo retorciéndose de dolor; lo pateó aprovechando la posición, 3 patadas en el abdomen; después sacó el revólver, no disparó los primeros dos y entonces entendí, era ruleta rusa. Buscaba venganza y la estaba teniendo. Por dentro, lo estaba disfrutando demasiado, tanto que quise quitarle la maldita arma y dispararle yo. Ningún tiro de los tres le dio, así que lo empezó a golpear con mucha fuerza; sus músculos se marcaban con aquella camisa y esa vista me excitó. No lo mató pero sí quedó inconsciente, se subió y nos fuimos, a medio camino me habló.

- No le digas ni a Emma ni a Hal de esto - no sabían.

- Ok - no era mi problema, era entre ellos siendo hermanos.

Me llevó a mi casa; la casa estaba oscura, error mío.

- ¿Y tus padres? - me preguntó.

- Están de viaje desde inicio de mes - este tenía problemas de ira, se veía enojado otra vez.

- ¿Por qué no habías dicho? - ¿En serio va a seguir fingiendo que le preocupa mi bienestar? Maldito bipolar.

- Me sé cuidar sola Arthur, no es la primera vez que pasa, y mis abuelos me hablan cada fin de semana para saber cómo estoy.

ARIA [TERMINADA +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora