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ARIA

- Tranquila cariño, estarás bien, nos divertiremos.

- ¿Por qué volviste? Ya te habías ido.

- Por ti cariño, por quién más sino.

- Déjame... me lastimas...

- Será rápido

- ¡Déjala!

...

- ты убил ее, la mataste.

Había tenido ese recuerdo otra vez, odiaba tenerlos; no me levanté de inmediato, quise dejar que pasara. Necesitaba hablar con una de las pocas personas que sabían de aquello. Lo llamé a él.

- Привет, красавица - «Hola linda»

- Может прийти? - «¿Puedes venir?»

- Para ti siempre, ¿estás bien?

- Sí, sólo... lo recordé otra vez - empecé a sudar, estaba caliente la maldita habitación y el maldito aire estaba a 21°C.

- Te veré en dos días, nada más termino un pendiente.

- Gracias.

- Siempre estaremos ambos para ti, lo más probable es que vaya conmigo.

- No hay problema, descansa - colgamos.

En realidad los Moreau no habían visto a mis padres desde el año pasado, un día antes de ese día. Entendí su preocupación, porque si me pusiera en su lugar, si pensaría que llevaba un año sola, pero en verdad sólo eran 10 meses, 10 meses viviendo sola, esa era la verdad. Les he mentido a todos.

Por la mañana, todos nos levantamos para ir a la escuela, me sentía cansada, pero tenía que ir. Pensé que sería un gran día aún así, más desde el desayuno Arthur anduvo pegado a mí.

- Te irás conmigo - me ordenó, y no lo iba a hacer sino fuera porque cuando me iba a subir al auto de Emma, me tomó por la cintura y me llevó al de él, me sentó y me puso el cinturón - ni se te ocurra quitarlo y salirte.

- Déjala Arthur, no entiendo el problema en que vaya conmigo - replicaba Emma a lo que él ignoraba. Se dijeron cosas en alemán que no escuché porque ya me había cerrado la puerta, incluso con seguro.

Se subió del otro lado, nadie iba hablando, ni siquiera música quise poner. A dos cuadras de llegar me habló.

- ¿Cómo sabes ruso? - me paralicé, no había manera que me hubiera escuchado, al menos en el momento en que no abrí los ojos él hubiera estado ahí. Y ¿qué hacía ahí?

- No sé de qué hablas - no podía saber eso. ¿Desde cuándo él lo hablaba? Según mi fuente, él no sabía aquel idioma.

- Anoche fui a verte, cómo toqué y no abriste, entré y estabas dormida, cuándo estaba por salir balbuceaste varias cosas, la más entendible fue la de ruso, lo cuál me dejó asombrado. No sabía que lo hablarás. ¿Por qué dijiste aquello?

- Que yo conozca, tú no sabes ruso - me sonrío, no sabía pero trataba que le dijera.

- Entonces, si lo hablas.

- Un poco - mentía.

- Mientes, aquello que dijiste si fuera básico lo hubiera entendido, pero fue una frase más compleja - se estacionó, pero seguía con seguro el auto - Aria, ¿por qué mientes?

- ¿Por qué estás tan entrometido en mi vida? - parecía un alguate en el culo. Prefería no creer que de ahora en adelante lo iba a tener como mi sombra, era un abuso para mi privacidad.

ARIA [TERMINADA +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora