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- Cálmense todos - nos dijo Henry - tú y yo vamos a hablar a solas - se dirigía a Arthur - tú no estés de chismoso - eso fue para Edel que dejó de sonreír - meine lieben tranquilas, Hal reacciona, Aria relájate, claro que te vas a quedar. Más estamos molestos porque no nos habías informado de esto.

Era mejor decir la verdad de una ¿no?

- No es la primera vez que pasa.

- ¡Qué! - exclamó Anne, apenas tranquilizandose.

- Lo han hecho seguido - respondió Arthur por mí.

- ¿Por cuánto tiempo? - ahora Henry.

- Desde que tengo 11, se van un mes, vuelven dos - odiaba cada que volvían.

Esa fue la gota que derramó el vaso de Anne.

- Eso quiere decir, ¿que cada que nos vemos es por pura suerte de que les toca estar aquí?

Solo asentí, no tenía ganas de seguir hablando. Entonces Hal se acercó a mí.

- Perdón, más prometeme que cada que pase vendrás a nosotros, no vuelvas a estar sola tanto tiempo - asentí no había otra opción, les había dicho que tanto se iban, sacarían cuentas y si no ellos, Arthur lo haría - tú dime qué pasó con Roma.

Sentí las miradas de todos sobre mí.

- No lo sé, fue Arthur - se lo que dije, pero estaba cansada. El aludido sólo me miraba, hubo indicio de una sonrisa pero se desvaneció en un parpadeo. Ahora éramos en parte cómplices.

- Ok - me abrazó, Arthur seguía viéndome y Edel estaba sonriendo ante la escena.

Emma y Annelise decidieron subir conmigo, ayudándome con las maletas ya que quién las rellenó se había ido con su padre a su oficina para hablar de lo de Roma. Una vez en mi habitación designada hace tiempo, me recosté, agradecí que no insistieran y me dejaran sola; me bañé y cambié.

Si tan sólo supieran la verdad...pero eso se hablaría después.

Lo llamé y me contestó al segundo timbre.

- ¿Así que menos uno? - me lo imaginaba sonriendo.

- Menos uno - sonreí yo - saludala de mi parte.

- Por supuesto, nunca me atrevería a decirle que platiqué con su madre y que no te acordaste de ella.

- Llamame cuando dejes de ser un hijo de puta - le colgué yo.

Roma no era un problema realmente, pero ya estaba casi muerto. Así que ya no era relevante ni él ni sus clases. Tenía que estar enfocada en el problema mayor y no en esas mierdas. Me quedé pensando en eso y cuando menos lo pensé me había quedado dormida.

ARTHUR

Mi padre estaba furioso, me llevó a su oficina. Sabía lo que venía.

- ¿En qué habíamos quedado? No diríamos nada al respecto a tus hermanos - lo sabía pero estaba harto de que me tacharan sin saber lo que hago, principalmente con todo lo que relaciona a Aria conmigo.

- Lo sé.

- ¿Y?... Entiendo la actitud de tu hermano...

- Y lo defiendes por ser tu favorito - me reí - ya entendí, pero ya lo saben no puedo regresar el tiempo - quería pegarme como otras veces más nunca lo hacía, siempre decía que no sería el abuelo con nosotros, nunca me intimidaba. Aparte le temía a mi madre.

- Entiendo que se sintiera preocupado por ella, porque todos lo sentimos cuando nos contó, incluso tú, por algo la trajiste, y no me vengas que por tu madre, es algo más. ¿Te gusta?

ARIA [TERMINADA +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora