ARIA [TERMINADA +18]

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ARIA

No me lo creía, embarazada y comprometida. Ignoremos mi edad por favor, estoy muy feliz. Le conté a Edel cuando Arthur se bajó por mi tenis.

No estuvo muy de acuerdo con mi plan y si él no estaba de acuerdo, Arthur menos.

- No creo que sea lo mejor, entiendo que sea 1 hora y media de vuelo, pero estás embarazada y te acabamos de recuperar y justamente te habló, era como si...

- ¿Como si qué?

- Cómo si él supiera que acabaras de volver, lo siento Aria pero esto no me da buena espina, aunque sea por Mia.

No se lo diría, pero a mi también se me hacía raro que me hablara justo cuando volví.

- Al menos que...

Nos quedamos callados cuando Arthur subió, yo sonreí pero Edel se veía tenso. Menos mal supo cambiarlo. Ya teníamos los nombres de nuestros hijos, sentía que serían niño y niña, lo sentía en mi corazón. Más aún teníamos lo de Seth. Pensaba ir en la noche, ya que se durmiera. Ahora iríamos a conocer la ciudad, veríamos el río Támesis, el palacio de Buckingham, y al London eye. Todo era precioso, les pedí que me tomaran muchas fotos, serían las primeras con los bebés. Una con Arthur y otra con Edel, y otra los cinco. Estaba muy feliz.

Llegamos en la noche a la casa, nos bañamos mi prometido y yo juntos.

- Te amo, te amo, te amo - me lleno el rostro de besos. Me reía, me daba cosquillas.

- Yo también te amo, te amamos Arthur - sonreía demasiado, estaba muy feliz. En unas horas no lo estaría mucho, pero era lo mejor.

Salí yo primero, y aproveché que no salía, para armar mi mochila rápido y esconderla, metí más que un cambio por si acaso, toalla y zapatos. No pensaba durar más de un día allá.

Escuché que estaba por salir , y escondí la mochila debajo de la cama, la colcha lo cubría. Lo esperé sentada.

- Amor, sabes si...

Me quité la toalla, estaba desnuda para él. Me recorrió con los ojos.

- Дотронься до меня - sonrió con malicia, todavía recordaba el significado - si no quieres no hay problema - me fui acercando a él.

- ¿Enserio crees que no quiero? - estampó sus labios con los míos, en un beso feroz - te daré no tan fuerte, aún no sé si esto lastima a nuestros hijos y no me pienso arriesgar, no te preocupes mañana averiguaré a la mejor ginecóloga, no pienso dejar que un hombre te vea o te toque mi amor.

- Sí, don celos - me tomó por la nuca y profundizó el beso.

- No me tientes preciosa, sabes de lo que soy capaz.

Me frotó el clítoris con su dedo.

- Benditos dedos - susurré.

- Todos tuyos mi amor - me dejó un besó húmedo debajo de la oreja.

Gemí, metió un dedo.Me volvía loca. No soportamos, me acostó en la cama, me tentó con la punta de su miembro.

- Mételo - sonrió, sabía lo que hacía.

- Te dejaré que me mandes solo por hoy - sonreí.

- Quiero montarte la cara - lo tomó por sorpresa, pero me dejó sin palabras.

- No sabes cuánto lo he anhelado, subete, no te preocupes por mí, sólo disfruta.

Se acostó, y me subí en su cara.

- ¿Seguro que estarás bien? Peso más - se movió para lamerme y me calló de una.

- Estoy perfecto mi amor, y no pesas más y si lo hicieras de todos modos sigues siendo mía y puedes hacerme lo que quieras. Fuera un completo idiota si te dejara por esa estupidez - me besó el coño, me reí.