ARIA [TERMINADA +18]

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ARTHUR

- La encontramos.

Tomamos el jet, Edel tomó cosas de ella para que estuviera más cómoda y yo nada más quería ya estar con ella y saber cómo estaba. Fueron 11 horas torturadoras, pero arribamos y fuimos directo al hospital que nos dijo, estaba a media hora de dónde podíamos aterrizar.

Llegamos corriendo, abrí las puertas de golpe, no la encontrábamos hasta que la escuchamos. Venía corriendo hacia mí y la tomé por la cintura. Joder la había extrañado demasiado. Saludó a Edel y ya quería sacarla de ahí sino fuera que la doctora insistía en decirnos algo, y todo tomó sentido cuando Aria me dijo que seríamos padres.

Estaba en shock, no sabía cómo reaccionar, pero esa cosita era producto de ella y mío, eso hacía que ya lo amara. Empero, si no sabía cómo actuar, menos cuando me dijo que había algo más. Me dio la ecografía del bebé, pero algo no me daba, o se veía muy grande o había algo más.

- Son dos - dos bebés, nuestros. Me había imaginado lo peor, más fue una gran noticia. No tenía palabras, me arrodillé y los besé, besé la pancita que tapaba la bata, pero ahí estaban, los productos de nuestro amor.

Les dejé en claro que era su padre, aunque fue más para mí que para ellos.

Nos dieron indicaciones a seguir para ella y los bebés, si ella no las cumplía yo haría que los cumpliera, eran mi familia, lo único que tenía y debía protegerlos.

Una vez que pagamos, se cambió, yo estaba con ella. Cuando estaba por ponerse la blusa, la detuve. Si alguien que no la conocía la veía, no lo notaría, pero yo sí la conocía, y muy bien. Ahí estaban nuestros bebés, ese pequeño bulto que se formaba eran nuestros hijos.

- ¿Lo notaste? - me preguntaba con un tono entre felicidad y sorpresa.

- Por supuesto, te conozco. Y muy bien, sino como crees que se formaron nuestros hijos - se sonrojó.

- ¡Arthur! - se bajó la blusa de golpe - estamos en un hospital, por Dios.

- ¿Y? - sonrío, y sonreí yo.

- Es lindo escucharte decir, nuestros.

- Normalmente es, lo tuyo es mío o lo mío es tuyo. Pero aquí literalmente es de los dos, tanto tuyo como mío, aunque se estén formando dentro tuyo. Aunque pensandola bien, prefiero niños, no quiero tener que matar a alguien porque lastimen a nuestras niñas.

- O estarías muerto de celos.

- No soy celoso.

- Ya.

- Como digas. Pero bueno hay algo que quiero preguntarte ya que no lo había hecho y tenía planeado hacerlo.

- Dime.

- Aria Gómez Flores, ¿puedo ser tu novio oficialmente? Con la presencia de nuestros hijos - sentía llorosos los ojos, había esperado esa pregunta por tanto tiempo.

- ¡Sí! Claro que sí Arthur - nos besamos.

- Oficialmente puedo decir que embaracé a mi novia - rodeé los ojos con sus ocurrencias.

Nos fuimos, decidimos que nos quedaríamos un tiempo en Londres. Un viaje de 4 horas.

En el vuelo, Edel decidió ser quién abriera la plática de lo de nuestro abuelo para que nos contara qué había pasado.

Nos lo contó hasta el más mínimo detalle. Sino era porque ella lo había matado y quemado me hubiera regresado a estrangularlo, por lo que hizo e intentaba hacer. Lo bueno era que mi mujer era más inteligente. Nos contó que la amiga que hizo y la abuela habían fallecido por culpa de él.