Habían pasado varios días desde el regreso de la familia Uchiha a la aldea junto al Séptimo. Habían vivido una verdadera aventura, ya que en el camino apareció un enemigo dispuesto a llevarse a Sarada para obtener el Sharingan, pero Sakura la salvó cayendo ella en la trampa.
Los mellizos se angustiaron tanto al ver que su mamá había sido capturada por el enemigo, que culparon a su hermana mayor por todo. Al punto de atacarla pero Sasuke y el Séptimo se interpusieron evitando así el enfrentamiento.
Fue en esos momentos en los que los tres despertaron el Sharingan, ella con una sola asta y los mellizos con dos astas en ambos ojos. Ambos se detuvieron solo porque el Séptimo se los pidió.
— Es tu maldita culpa Sarada. Si mamá muere no te lo perdonaré jamás — le espetó Sasuke jr. — Chicos basta — dijo Naruto — La salvaremos, nadie morirá.
Itachi miraba con furia a ese desconocido que era su padre. — Oye — le dijo el pelirosa a Sasuke — Por más que nos una los lazos de sangre, tú no eres nuestro padre, ya que padre es quien cría no quien engendra.
Sasuke miró al pequeño con indiferencia unos instantes antes de responderle con frialdad:
— Menos mal que lo entendiste porque para mí ser padre y tener una familia es lo que menos importa.
—¡¿Qué cosa dices?! — gritó Sasuke Jr ofuscado, luego la miró a Sarada — Maldita, espero que estés feliz. Destruiste nuestra verdadera familia.
Todos fueron a la guarida del enemigo donde se desarrolló una feroz batalla. Salvaron a Sakura, pero en verdad les costó bastante.
En el proceso, Sarada se reconcilió con sus hermanos, y los mellizos se emocionaron al ver a su mamá libre.
Volvieron todos a casa, con Sasuke incluído. Sarada y Sakura se sentían muy felices al estar Sasuke con ellas.
No ocurría lo mismo con los mellizos, quienes sentían que estaban viviendo una farsa, pero sabían que debían callar.
Esto los impulsaba a pasar más tiempo en lo de los Uzumaki junto a sus amigos Boruto y Himawari. Pero poco a poco, y ante la insistencia de Sakura y Naruto los mellizos fueron aceptando a Sasuke como padre, quien era el que más padecía el rechazo de sus hijos aunque no lo demostraste.
De esa forma las familia Uchiha comenzó a vivir el tan ansiado clima familiar que los tres niños tanto necesitaban. Sakura comenzó a vivir ese intenso amor junto a su querido esposo como tanto lo anheló.
Pero Sasuke solo estaría ahí un tiempo, ya que su decisión de ayudar a Naruto para liberar la aldea era mucho más importante que su misma y propia familia.
Así, pasaron seis hermosos meses en los cuáles los mellizos adoraban a su padre como lo hacía Sarada y Sakura estaba más enamorada de su esposo que nunca.
Sin embargo al cabo de ese tiempo Sasuke les anunció que debía marcharse y que no sabía cuándo volvería a casa. Aquella noticia fue como un balde de agua helada para ellos.
Sasuke no demostró su pesar, pero no significaba que no lo sintiese. Pero era algo que él debía hacer si o si ya que Naruto lo salvó cuando todos querían matarlo debido a sus errores del pasado. Eso su esposa Sakura si que lo entendía, pero no era lo mismo con sus hijos.
Por supuesto que jamás les contaría a ellos su doloroso pasado, sin embargo su hija entendía perfectamente su trabajo, ya que Sarada admiraba al Séptimo y aspiraba a ser la próxima Hokage. No ocurría lo mismo con los mellizos, quienes sentían la decepción en sus almas.
El dolor se reflejó en sus rostros al oír aquello. Sasuke Jr dijo:
— ¿Qué dijiste papá? ¿Cómo es eso de que te irás? ¿Y nosotros? — La aldea y mi obligación para con el Séptimo son más importantes.
—¿Más importantes? Pero papá, somos tus hijos — dijo Itachi sintiendo cómo se le despedazaba el corazón.
— Hijo, en verdad tengo que irme ya que... — Cállate — le sususrroó el pelirosa furioso — Jamás debimos confiar en tí. — Comprendeme Itachi
—¿Comprenderte? ¿Y cuándo nos comprenderás tú a nosotros? Tus hijos — en esos momentos el Sharingan se activo en sus ojos apareciendo la tercer asta en cada uno de ellos — Por lo visto nunca fuimos importantes para tí. Nunca. Bien padre, vete pero procura no volver nunca más aquí.
Sasuke se fue siendo despedido solo por Sakura y Sarada únicamente, los mellizos se negaron a decirle adiós. Ninguno de los dos quería volver a verlo.
Se sentían en verdad idiotas por haber confiado en él. A sus once años ya habían vivido toda una vida de dolor y decepción.
FIN
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