El Dolor De Naruto IV

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Todo había acabado ya, parte de Konoha estaba despedazada debido a la batalla sucedida allí mismo. Heridos que cayeron tras estar demasiado cerca de Himawari y Deamon estaban en el hospital.

Deamon estaba inconsciente, sus heridas eran graves y severas. Amado lo estaba atendiendo en el laboratorio, sabía que pasarían varios días antes de que ese niño recupere la conciencia y despierte. Muchos días más hasta que pueda pararse por si mismo.

El científico en verdad estaba asombrado ya que nunca antes había visto a Deamon en tan lamentable estado. Ada no se despegaba de su lado sintiéndose intensamente preocupada. Por primera vez en su vida pudo experimentar el dolor y la desazón, sabiendo que su Seringan en ésta ocasión era completamente inútil.

Ella en verdad no podía controlar ese ojo, no sabía siquiera cómo pudo desatar la Omnipotencia. Mucho menos le era posible anularla. No tenía la más mínima idea. Eso Himawari y Deamon pudieron comprobarlo y entenderlo.

Himawari no quiso matarlo porque le había empezado a caer bien Deamon, pero le advirtió a Ada, antes de caer desmayada.

— Si no dices la verdad sobre mi hermano real a todos y limpias su nombre... mataré a tu hermano frente de tí.

Ada estaba preocupada debido a esa amenaza, además Kawaki había desaparecido. La abandonó sin importarle nada de nada.

Supo que no tenía otra opción más que cumplir con el pedido de la hermana de Boruto. Y así lo hizo. Por supuesto que la mayoría de las personas no le creyeron, ya que sus mentes estaban impregnadas con los falsos recuerdos.

No obstante los principales mandos de la aldea si le creyeron y convencieron al señor Feudal de quitar la pena de muerte en el criminal Boruto.

Pero seguía siendo considerado un traidor a Konoha, y tenían la orden de capturarlo para llevarlo con vida a la aldea, donde debería ser encerrado en una celda de por vida. Tanto el señor Feudal como los ancianos del consejo confiaban en sus recuerdos mentales únicamente.

Esto le ocasionó mayores problemas a Naruto debido a que Hinata lo culpaba de todas las desgracias que Boruto estaba padeciendo y que había ya sufrido. A su vez Himawari no estaba en buenas condiciones, seguía internada recuperándose. Pero estaba conciente, sus heridas no eran graves ni mucho menos.

Naruto, a pesar de ser el Hokage, no podía ayudar abiertamente a Boruto debido a que no contaba con el apoyo del Señor Feudal ni del consejo de ancianos. Sin embargo padecía intensamente porque él mismo se sentía culpable.

El hecho de que Kawaki haya escapado de Konoha no ayudaba en nada, al contrario. Ocasionaba más problemas aún.

Esa tarde Hinata y Naruto estaban en la habitación del hospital de Konoha junto a Himawari. Hinata se sentía furiosa y decepcionada de Naruto, debido a que había aflorado la madre que tenía dentro. Usando el Baykugan miró a su marido de forma amenazante al tiempo que le decía:

— Es tu culpa Naruto ¡Tú eres el único responsable de toda ésta locura! — Naruto miraba el suelo en actitud sumisa, su rostro reflejaba su intenso dolor — ¡Eres el único culpable de todo! ¡Por tu maldita culpa, Boruto vive un infierno!

Himawari veía a su papá sufrir tanto que, a diferencia de su mamá, ella si podía ver su misma alma.

¿Por qué le haces esto a papá? Mamá por dios ¿Acaso en verdad estás tan ciega que no logras verlo? Papá está desolado mamá. Date cuenta por favor.

Pero Hinata no podía ver más allá de sus propias narices, descargando su dolor y frustración en aquel que tanto amaba. Era una madre dolida.

—¡Maldito! ¡Seguramente harás buscar al traidor de Kawaki para, no solo perdonarlo, sino también pedirle que regrese a casa! ¡Nuestra casa! ¡Mientras Boruto vive el mismo infierno! ¡¿Qué clase de padre eres Naruto?! ¡Fracasaste como padre! ¡A ti no te importamos nosotros, tu familia! ¡Solo cuentan los demás! ¡Maldito Hokage!

Mamá por dios, ya basta ¿Es que en verdad deseas matar a papá?

Himawari no soportó más ver a su papá ser atacado por quien tanto amaba, no soportó más ver su alma desecha y cuando Hinata quiso golpearlo, fue ella quien se interpuso entre ambos recibiendo el golpe de su madre en su rostro. Protegería a su querido papá aún de su madre.

Esto los sorprendió a ambos, ya que no se esperaban la reacción de Himawari.
— Himawari...hija — murmuró Naruto.
— Hima lo siento — dijo Hinata desactivando el Baykugan.

Hima la miraba con firmeza y furia, sin moverse del lugar. Su papá estaba parado detrás suyo y ella tenía los brazos extendidos hacia ambos costados.

— Ya basta mamá, por dios basta.
— Apártate Hima, esto es entre tu padre y yo — Hinata estaba ciega debido al dolor.
— No mamá, no dejaré que lo sigas dañando. No permitiré que no tú ni nadie le ponga un dedo encima a papá.

Ante sus palabras sus padres abrieron sus ojos enormemente debido a la sorpresa. Himawari no dejaba de asombrarlos desde que fueron liberados de esa prisión dimensional.

Naruto colocó su mano sobre del hombro derecho de su hija, pero ella no se movió.
— Papá está despedazado como tú ¿Por qué crees que no te dice nada?
— Porque no le importan ustedes, sus hijos — Hinata seguía llorando — A él no le importamos nosotros ¿Cuándo lo vas a entender?

Himawari debía hacer uso de su voluntad para no arañar a su madre de la furia que sentía. No la entendía ¿Cómo podía ser tan ciega siendo la usuaria del Baykugan?

— Si solo viniste a tortutar a papá, te sugiero que te vayas mamá.
— Hima, hija...gracias por todo lo que estás haciendo por mí — empezó a decir Naruto — Pero ella es tu madre, no le hables en ese tomó.

— Soy yo la que está internada mamá, pero tú quieres matar a papá frente mío ¡No te lo voy a permitir!
Entiendo que te duela lo de mi hermanito Boruto, a mi también me duele, y estoy segura de que a papá no solo le duele sino que lo despedaza por dentro. Pero no quieres verlo.

Hinata se fue sin decir nada, no quería seguir dañando a su hija. Pero estaba en verdad indignada con Naruto. Al punto de irse a la casa de su padre y su hermana.

— No pienso perdonartelo Naruto, para ti primero que nada debimos estar nosotros tu familia. No Kawaki ni los demás. Y por tu maldita culpa ahora Boruto está lejos, en peligro y sufriendo intensamente.

— Mamá por dios, ya cállate. No sigas dañando así a papá.

Hinata se fue dejándolos solos. Himawari abrazo a su papá intentando consolarlo y darle fuerzas.
— Gracias hija, muchas gracias.
— No dejaré que vuelvan a separarte de mí papá. No permitiré que te sigan lastimando.

Cómo única respuesta Naruto se aferró a su hija mientras lloraba amargente. Su dolor era intenso.

FIN

FIN

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Amores Toxicos ~Naruto y Boruto ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora