Amores Toxicos ~Naruto y Boruto ~

En El Fondo Del Mar

NaruHina

Ella había estado viviendo durante toda su vida en aquel pueblo de la costa donde su padre nació y fue feliz hasta su muerte.

Pero ella quedó sola sin nadie con quien relacionarse ya que en ese pueblo nadie le hablaba debido a su problema de relación con los demás.

Era en extremo tímida. Se hizo una especialista en los peces y la fauna marina debido que había una parte de ella pertenecía al mar. Su madre fue una sirena. Eso la convertía en una hibrida.

Así descubrió que las criaturas del océano eran en extremo hermosas y muy fieles a la familia. Se protegían entre ellos y valoraban los lazos que había entre ellos mismos.

En definitiva era el mundo perfecto para ella, no sabía por qué su padre eligió volver a la superficie cuando su madre murió al nacer ella.

Hinata esa misma noche se fue rumbo al océano velozmente ya que estaba cansada de sentirse extraña, sola y que no encajaba en ese mundo donde creció.

Cuando se sumergió en el océano aparecieron sus escamas de color blanco intenso desapareciendo así sus piernas. Nadó lo más ligero que le fue posible para alguien como ella que jamás usó sus escamas en el mar.

Se sentía un poco incómoda al tener sus senos al descubierto y aunque fue cruzándose con algunas sirenas con sus senos al descubierto también, aquello no la hacía sentir mejor.

Pero pronto se distrajo al ver a pequeñas sirenitas y tritoncitos junto a sus padres. Definitivamente aquello la fascinó, sobre todo al verlos tan felices y confiados ya que al verla la saludaban. Sin embargo sus padres se mostraban desconfiados por tratarse de una desconocida.

Hinata deseaba ya mismo pertenecer a esos grupos, tener a su lado a un hermoso tritón que la ame y la cuide. En verdad estaba muy pero muy emocionada. Fue adentrándose cada vez más en el sector donde esas criaturas se encontraban, mirando a todos los que estaban allí hasta ver un hermoso tritón de dorada cabellera y celeste mirada, doradas escamas y blanca piel cuya sonrisa iluminaba más aún aquella hermosa mirada.

Estaba junto a una sirena rosada y verde mirada cuya belleza deslumbraba a todos pero su frialdad la enturbiaba. El tritón dorado se desvivía por llamar su atención al parecer ya que le hablaba, le entregaba algas del lugar y nadaba a su alrededor pero esa rosada sirena de larga cabellera rosa y escamas de igual color solo furia reflejaba.

Llegó un momento en que esa rosada sirena rugió como si de un felino se tratara, alargando las uñas de sus dedos deteniendo así al hermoso tritón dorado quien la miró con repentina tristeza.

—¡Eres un pesado Naruto! ¡Déjame en paz!
Luego se alejó nadando rumbo a otro tirón de negra cabellera, oscura mirada, blanca piel y escamas azules que estaba rodeado de tres sirenas que era más que evidente estaban enamoradas de él.

La rosada sirena fue la cuarta. A ojos de Hinata esa sirena era una tonta por rechazar a tan hermoso tritón para elegir a un tritón que directamente la ignoraba siendo una más del montón.

Hinata siguió a esa belleza dorada que nadó tristemente hacia el lado opuesto. No podía evitar sonreír como una tonta mientras lo miraba nadar. Pero el tritón dorado se detuvo en un momento dado para voltear y mirarla a los ojos entre desconcertado y molesto. Ella enrojeció hasta la raíz de sus cabellos.

—¿Quién eres? ¿Por qué me estás siguiendo?
—Me llamo Hinata y…y…
—Eres una hibrida ¿cierto?
—S-Si, lo soy. ¿Tú no?

—No, mis padres eran criaturas del océano ambos. Dime ¿por qué me sigues? No eres de por aquí