Castidad (GaaNaru)

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En una sociedad machistamente injusta solo los hombres tenían libertades y privilegios, ellos heredaban títulos nobiliarios, tierras, propiedades.

Eran los únicos que podían disponer del privilegio de estudiar lo que se les vengan en gana, incluso eran los dueños de las mujeres y de los donceles tanto de los solteros como de los casados.

En éste tipo de sociedad las mujeres y los donceles no tenían derecho alguno, solo obligaciones y debían obedecer ciegamente las órdenes de sus hombres, dueños de ellos mismos.

La sumisión era lo que más apasionaba a los varones a la hora de tratar con las mujeres y los donceles.

Por supuesto que había todo tipo de hombres, quienes se deleitaban atormentando a sus propiedades humanas y quienes se desvivían por hacerlos felices.

Todo dependía del grado de amor que albergasen sus corazones. Sasuke provenía de una prestigiosa familia cuya fortuna era considerada una de las más jugosas.

Esa familia tenía todo tipo de varones, quienes solo anhelaban hacer felices a sus mujeres y donceles y quienes se deleitaban torturándolos.

Por supuesto que las leyes eran totalmente diferentes para los miembros de la aristocracia que para el pueblo. Konoha siempre fue una de las más prosperas ciudades del país del fuego, sus aristócratas eran considerados miembros de elite es decir personas con inmunidad absoluta.

No podían hacerle ni siquiera una multa de transito. A ese nivel llegaron los privilegios de todos ellos, y eran los únicos que podían ocupar cargos políticos.

A su vez era la más prospera de las ciudades que llevaba al país del fuego adelante siempre haciéndolo destacar por encima de los demás países. En éste contexto se desarrolla esta peculiar historia de amor entre un doncel y un varón.

Naruto, desde su nacimiento, se destacó por su increíble belleza física. Era un doncel que brillaba como el sol debido a su dorada cabellera, sus ojos celestes, su blanca piel lozana y su intensa personalidad.

Pero estaba bajo la tutela de su cruel tío Danzou quien le colocaba el cinturón de castidad desde que se hubo ocupado de su persona los diez años.

Ahora tenía dieciocho años y seguía soportando éste y otras torturas a las que era sometido sin derecho a protestar.

El cinturón de castidad que Danzou le colocaba a su hermoso sobrino estaba hecho de hierro negro y era colocado en su pene cubriéndolo al completo para finalizar con un pequeño candado cuya llave la guardaba celosamente su tío.

Luego le colocaba un bóxers de seda con cintos que cruzaban por sus nalgas formando una "X" y unirse adelante con otro candado cuya lleve también guardaba su tío.

Al iniciar el día, luego de higienizarse e ir al baño Danzou le colocaba aquel doble cinturón de castidad y solo se lo quitaba al finalizar el día ignorando la incomodidad y los dolores de su sobrino.

Danzou no solo le permitía a Naruto estudiar sino que se lo exigía, esto hizo que el rubio fuese alguien en extremo culto pero también muy triste y solitario.

Esa tarde Naruto había salido a reunirse con un grupo de compañeros de estudio, tras cuatro horas de dedicación al trabajo que uno de los profesores le había dado se disponía a regresar a casa. Además comenzaba a impacientarse debido a las ganas de ir al baño.

Salía de la confitería donde estuvo apurado por llegar a casa cuando chocó contra otro joven que iba pasando. Naruto cayó al suelo golpeándose un poco.

El otro chico lo ayudó a incorporarse y cuando ambos se miraron quedaron en silencio ya que perdieron el aliento mutuamente.

- Perdón ¿te lastimaste?
- No, gracias por preguntar...
-Soy Sasuke Uchiha
-Naruto Uzumaki
-Un placer conocerte Naruto.
-Lo mismo digo Sasuke

Amores Toxicos ~Naruto y Boruto ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora