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⸺͏͏ # Aquino'spointofview:⇡
—¿Q-qué? N-no... Aquino —respondió.
Me armé de valor solo para decirle palabras que incluso rato después me dolería a mí, que no era el dueño de aquel dragón, que no lo había buscado arduamente durante meses.
—Lo siento, pero no creo que pueda haber otra suposición.
—¡Pero! ¡Tiene que haberlo Aquino! —habló en tono quebradizo.
—¡Créeme Duxo! Aunque utilizase toda la magia que poseo ahora y aprendiera mucha más, no podría asegurarte nada...
Mis palabras resonaron en el ambiente, sus ojos cristalizados desaparecieron para dejar simples lágrimas rozar sus mejillas, eso bastó para destrozar mi corazón en miles de pedazos.
—L-lo... Lo siento... —no podía mirarlo directamente.
—No importa —dijo con tono seco—de igual manera sabía que él no era Zeus, sabía que él estaba muerto —mencionó con la mirada completamente perdida.
Aquello me dejó estático a tal punto de no saber cómo reaccionar. ¿Tanto esfuerzo por nada? Sabía que lo más probable era u posible pérdida de memoria, tal vez fui muy rudo con él, tal vez...
—Duxo... Y-yo-
—¿Nos lo podemos llevar? —me preguntó acariciando aquel dragón.
—¿Q-qué?
—Aunque... —se dijo a si mismo—sé que me dirás un simple y seco no...
—¡No! —hablé nervioso.
—... ¿No? —preguntó todavía observándolo.
—O sea, me refiero a que-
Rápidamente se acercó a mí, pero no de la manera en la que hubiera deseado que fuese, se arrimó hacia mí, golpeándome contra un árbol que estaba detrás mío, sentí una punzada en el cuello solo para ver un rostro de ira y una espada amenazando con cortarme de tal fuerza.
—¡¿Duxo?! —no sabía cómo reaccionar.
Su mirada era baja y parecía estar fuera de sí, no entendía la situación, no entendía nada. Y cuando sentí que no había salida, escuché risas de parte de Duxo, realmente lo mataría por darme un susto como ese.
—¿Es enserio? —dije mientras checaba que no me haya lastimado por accidente.
—¡Debiste ver tu rostro! —seguía riendo—¿Enserio me sentiste capaz de hacerte eso?
La situación en la que estábamos cambió repentinamente, para ser sincero, no esperaba aquella pregunta, ¿sentir capaz de ser asesinado por el amor de mi vida? la verdad no le veía sentido ni
