Me encontraba en camino a mi reunión con Jimmy para la primera prueba de vestido, días nates me envio una foto del vestido casi terminado, la primera palabra que cruzo por mi mente fue excelencia y perfección.
El diseño en papel que realice era hermoso pero ahora verlo producido me daba una sensación de felicidad sé que pensar en el matrimonio no es hasta un sueño deseoso pero tampoco me sentía tan triste como antes.
Al llegar salude a Jimmy, conversamos un largo rato, hasta que dio un pequeño grito de emoción llevando con el hacia una habitación mostrándome en el centro un maniquí con el hermoso vestido que se veía mejor que la foto, me dio el espacio suficiente para hacer la prueba del vestido, solo faltaba el cierre por lo que llame a Jimmy por su ayuda.
Mirarme en el espejo me dejo sin palabras, unas lagrimas salieron de mis ojos, rodando por mis mejillas, no comprendía aun la razón pero no importaba por ahora, solo lo hermosa que me sentía en aquel vestido con todos los diseños en la tela, ya quería ver e rostro de todos pero deseaba ver de la persona que extrañaba, de mi persona favorita.
En mi regreso a la universidad, recibí nuevamente una llamada de Antón y otra de Harrison, esperaba que no sea una mala excusa la necesidad de ambos para verme o algo.
Por primera vez en mi vida decidí devolver ambas llamadas con algo de duda, Antón gran parte de la llamada daba silencios algo incomodos, incluso le quise cortar pues pensé que se encontraba ocupado pero me detuvo indicando solo su sorpresa de mi llamada además que deseaba reunirse conmigo luego de lo ocurrido antes, estaba segura de que discutir con él era un acontecimiento extraño especialmente porque solo el resentido era otro y no el.
Lo extraño fue cuando hable con Harry quien se notaba muy alegre, aclarando que tenia una super sorpresa para mí, hablaba tan emocionado que daba miedo, nos reuníamos después del trabajo para hablar del asunto.
Resultaba que luego del trabajo, Harry se ofreció a llevarme a casa mientras conversábamos sobre la sorpresa que resultaba ser mi despedida de soltera pero como sabía que no estaría de acuerdo y como también se acercaba mi cumpleaños por lo que hacer una doble celebración, no me sentía muy emocionada pero como Harry las ponía en contexto incluso con temática incluida me hacia pensar mejor las cosas por lo que me pidió analizarlo bien, antes de decidir.
Ya había transcurrido una semana en la cual solo la monotonía iba conmigo, solo deseaba descansar el fin de semana, terminar mi turno, llegar a casa y dormir hasta el día lunes, ya había ensayado lo suficiente para mis prácticas que pronto iniciarían.
Llegar a casa era lo mas esperado, luego de bajar del autobús, camine hasta encontrándome con la sorpresa que Antón estaba afuera del portón, salió de su auto totalmente serie, jalándome del brazo e intentando que yo ingrese con él.
Estaba tan enojada por su comportamiento cruel que lo empuje y estuve a punto de abofetearlo cuando sostuvo mis muñecas, ambas, dándome un pequeño empujón hacia la pared de la entrada pegando su cuerpo al mío.
- Te comportas como un idiota, suéltame
- Solo si me respondes algo
- Que me sueltes o atente a las consecuencias
- Imagino lo que harás pero te aconsejo que no lo hagas
- Me importa poco, suéltame idiota
- De donde vienes y no me digas que de la universidad porque sé que es mentira
- Que me sueltes ahora
- Respóndeme, eso es más fácil
- Que te importa que hago en mis ratos libres, no eres mi dueño
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EL DIA DE MI BODA ©
Teen FictionNada como un día especial; para celebrar una boda llena de romance, amor y con la persona que aprecias. Todo se oye perfecto, una vida llena de amor, pasión y felicidad, pero que sucedería si todo lo planeado no sale como lo imaginas.