Alicia se encaminó por el pasillo en dirección a las habitaciones de los niños. Al no hallar a nadie en su cuarto, decidió explorar la morada de Holden. La puerta cerrada de la habitación del joven no ofreció resistencia al giro de la perilla, revelando un espacio vacío. Sus ojos, sin embargo, se posaron en la puerta al fondo, una puerta que evitaba abrir a toda costa.
La incógnita sobre el paradero de todos la inquietaba. Ruidos de risas infantiles la condujeron al exterior, donde descubrió a los niños entregados a un juego que los sumía en el barro. "¿Qué están tramando?" preguntó, observando a los pequeños envueltos en suciedad. Iker, con una sonrisa forzada entre el lodo, explicó que estaban jugando. La mirada de Alicia buscó instintivamente a Holden, pero él brillaba por su ausencia. La incertidumbre la invadió, y al preguntarles a los niños sobre su paradero, Iker respondió con desconcierto: "No lo sé, salió temprano, supongo que mientras dormíamos."
La preocupación se reflejó en el rostro de Alicia mientras procedía a limpiar al bebé, que se encontraba inmerso en un baño improvisado de barro cortesía de Luken. Les recordó con cuidado que debían velar por no ahogar al pequeño. "Siempre jugamos a esto con papá", dijo Iker, limpiándose la carita con ambas manos. La ausencia de Holden generaba una mezcla de molestia y preocupación en Alicia, quien murmuró su frustración: "Ese irresponsable", anticipando en su mente una reprimenda al joven cuando este regresara.
En un intento de calmarla, Iker aseguró que todos estaban bien, pero Luken reprochó a su hermano por su papel en el incidente del barro. Alicia decidió poner fin a la travesura y les pidió a los niños que ingresaran a la casa para bañarse. Su sorpresa creció al descubrir que los niños no acostumbraban a hacerlo después de jugar, y menos aún con barro. Iker, con entusiasmo, compartió que a su padre, Holden, tampoco le gustaba bañarse.
Alicia cerró los ojos, conteniendo su indignación por la falta de responsabilidad evidente de Holden como ''Padre'', y les pidió a los niños que la acompañaran hacia el interior de la casa.
Alicia, sosteniendo a Noé en brazos, sintió el impacto de una bola de lodo estallando en su rostro y cabello. Iker y Luken observaron congelados mientras las miradas se dirigían lentamente hacia Luka, desafiante en su acto. La rabia recorrió el cuerpo de Alicia; la situación ya era insoportable, y nada podía empeorar más.
De repente, Holden descendió del cielo con una aparente inocencia. Al ver la escena, expresó su deseo de haber sido invitado al juego de barro. Los niños, sorprendidos, lo miraron, y Holden, al notar el lodo en el rostro de Alicia, contuvo una sonrisa, luchando por no soltar una carcajada. Alicia, furiosa, se levantó y les recordó a los niños, con un tono serio, que era la última vez que les indicaba que fueran a la casa.
La chica se dirigió hacia Holden con enojo. "¿Dónde estabas? ¿Cómo se te ocurre dejar a los niños solos?" Con nerviosismo, Holden intentó explicar la situación, pero sus palabras se trabaron, y solo pudo esconder sus labios entre sus dientes. "Tú también, adentro", sentenció Alicia, entregándole a Noé en los brazos. Holden intercambió miradas asustadas con sus hijos antes de retirarse nervioso con ellos hacia la cueva. La tensión se sentía en el aire, y Alicia, con el rostro manchado de lodo, se quedó fuera, respirando hondo para calmarse.
Los niños irrumpieron en la entrada, dejando un rastro de barro a su paso. Alicia, visiblemente frustrada, los detuvo en seco, exigiéndoles que se limpiaran antes de entrar. Iker y Luka, buscando orientación, dirigieron sus miradas a Holden, quien, imperturbable, observaba la escena sin intervenir.
Frente al intento de los niños de quitarse la ropa embarrada, Alicia lanzó un firme "NO, ESO NO". Holden, en calma, permaneció como espectador. Ante la mirada desesperada de Alicia, que le pedía ayuda, Holden entregó a Noé en sus brazos y se llevó a los niños consigo. "A bañarse, yo me encargo de ustedes", dijo mientras se alejaba con Iker y Luka. Luken, aún vestido y sosteniendo la mano de Alicia, recibió una sonrisa tensa de la chica, reflejo del estrés ante el ambiente.
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El atrapa sombras
Gizem / GerilimAtrapada en un mundo distorsionado, Alicia lucha desesperadamente por escapar de las garras de un demonio obsesionado con ella, cuyos planes mórbidos la sumergen en un torbellino de pesadillas. Cada intento se ve frustrado, con su captor forzándola...